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Una avenida (y 'vuelta') sin autobuses

jueves 26 de diciembre de 2013, 09:16h

El pasado 21 de octubre, Llorente, la empresa privada que gestiona los autobuses del área de Pozuelo, Las Rozas, Boadilla, Majadahonda y Villaviciosa, dejó de ofrecer la línea que recorría la Avenida Victoria, por orden del Consistorio Regional de Transportes de Madrid.

La indignación de los vecinos y trabajadores de la zona de El Plantío, Madrid, es palpable. Tanto mayores como jóvenes están muy molestos con esta decisión porque, como asegura Icíar, una trabajadora del centro de mayores Casablanca, “los días que hace bueno, muy bien; pero los días que llueve, fatal”, ya que tiene que andar desde la estación Virgen de Icíar unos 20, 25 minutos. “En tiempo, me supone salir de casa media hora antes”. Además insiste en que nadie de la empresa ha comunicado tal decisión a los pasajeros: “Nos lo comentó tres días antes uno de los conductores”. Recuerda, asimismo, que, a principios de año, también modificaron el recorrido del 650, eliminando su paso por la misma avenida y, por tanto, anulando la parada: “Reclamamos pero no lo pusieron de nuevo. Y ahora ocurre lo mismo con el 651 A, que paraba a cada hora”. En cuanto a las protestas de las personas afectadas, dice tajante: “Mandas la reclamación porque no estás de acuerdo con que quiten el servicio, pero nada”, se lamenta esta joven sin demasiada fe en que escuchen sus demandas.

Lo mismo opina otra mujer con un negocio en la misma calle: “Tengo dos opciones: o venirme andando veinte minutos o cogerme otro autobús”. Ella hace referencia a las personas mayores del centro anterior pues, “con el autobús 651 A, podían bajar al centro comercial Sexta Avenida”; y también a los chavales que estudian en Pozuelo y alrededores, que les afecta por igual. “Es que el 651 A es el único autobús que pasa por aquí cuando está el bus vao”, resalta. A esta problemática hay que añadirle los dos euros por billete sencillo de los autobuses que tienen que coger si no quieren o no pueden caminar, pues, a pesar de pertenecer a Madrid, está considerada como zona B1 (como si fuera parte de Pozuelo) y, por lo tanto, el coste es mayor que en la zona A. “¡Eso tampoco tiene sentido!”, exclama. Muchas de las personas que suben a trabajar a la zona de El Plantío toman el autobús en el intercambiador de Moncloa. Allí estaba Casilda, trabajadora del hogar y de uno de los centros de mayores de la zona: “A mí me ha afectado muchísimo. El trayecto desde aquí hasta el geriátrico donde trabajo antes me llevaba veinte minutos y, ahora, con la eliminación de la línea, tardo una hora; ya no me da tiempo a regresar a Madrid para seguir trabajando en otras casas”.

Otro testimonio de cómo ha irrumpido este cambio en la vida de los vecinos es el de Miguel, un octogenario; cuenta que el mismo día que dejó de transitar dicho autobús, tenía una revisión importante en el hospital. Sabedor de la hora a la que solía llegar a la parada, esperó allí desde unos minutos antes. Extrañado vio cómo avanzaba el minutado de su reloj de pulsera y decidió bajar a la parada siguiente. Al cruzarse con otro autobús, preguntó al conductor qué ocurría con el 651 A. Fue así cómo se enteró de lo que pasaba y remarca, con un claro énfasis de enfado: “La empresa no fue capaz de avisar a los viajeros de la cancelación ¡ni con un cartel en las paradas!”

El caso de Maricruz es similar. “Mis hijos van al colegio en Pozuelo y, ahora, sin autobús, tienen que andar un kilómetro y medio hasta otra parada. Y en invierno, llueva, truene o nieve, imagínate...”. Precisamente Maricruz es una de las personas que más se está movilizando y expresando su indignación a través de reclamaciones y quejas a la empresa y al Consistorio. También lo ha hablado con los establecimientos de la Avenida Victoria y los vecinos y vecinas están intentando organizarse para llevar a cabo una recogida de firmas como protesta. “Es que no tenemos cómo subir o bajar a Madrid”.

Interponer reclamaciones

En la otra cara de la moneda, el Consistorio Regional de Transportes perteneciente a la Comunidad de Madrid y la empresa privada de autobuses Llorente. El primero es quien regula y vela por el servicio a los viajeros, ordenando qué líneas se mantienen y cuáles no. Una de las personas que atienden al ciudadano telefónicamente, confirma que el autobús 651 A se ha suprimido, y las razones: “Porque no hay dinero, ya está, y no hay suficiente gente para mantener todos los autobuses como estaba antes; entonces, se ha tenido que recortar la línea”. Por su parte, la empresa privada Llorente: “Los motivos [de la supresión], supongo que, es dirección quien los sabe, pero a nosotros nos dan unos datos y punto; esa línea deja de funcionar y no nos da más explicaciones”, cuenta una de las personas que atienden al otro lado del teléfono. Informa además de que “por la Avenida Victoria ahora mismo, no pasa ningún coche nuestro”, es decir, queda incomunicada en los tres kilómetros que la componen.

Eso sí, ambas entidades mencionan la posibilidad de interponer reclamaciones al respecto. Al menos, de este modo, consta el malestar, tanto a nivel individual como a nivel colectivo, como es el caso de los colegios o las residencias de mayores de la zona que se ven afectados. De momento, aunque parece que cumple más la función de desahogo que de vía para recuperar un servicio, la reclamación por escrito es el cauce que estos vecinos y vecinas van a seguir utilizando hasta transmitir la alteración que les ha ocasionado en sus vidas el hecho de que el 651 A —como otros antes— deje de llevarles y traerles.

Julia GAS/Madrid

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