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Próximamente se enfrenta al respetable en Pozuelo

Pablo Carbonell: 'A principios de los 90 nos volvimos gilipollas'
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Pablo Carbonell: "A principios de los 90 nos volvimos gilipollas"

Charlamos con el cantante de Los Toreros Muertos 25 años después de aquello

lunes 17 de agosto de 2015, 07:00h
Pablo confiesa que se ha convertido en un dibujito y que ahora le ha dado por colorear canciones. Las portadas de sus discos son obra suya aunque podrían serlo de un artista de la movida madrileña. O de Wharhol. Es imposible entrevistar al cantante de Los Toreros Muertos -entre otras cosas- y no reir corrosivamente en el intento. Ya saben... el próximo 11 de septiembre viene con su banda a Pozuelo para sumarse a la décima edición de la Quedada Generacional.
- ¿A qué se dedicaba Pablo Carbonell años antes de formar en el casi-casi una atípica banda de música?

-
Hacia teatro con Pedro Reyes por garitos, iba a grabar La Bola de cristal, campaba a mis anchas por una ciudad abierta y divertida.

- Te lo habrán preguntado muchas veces pero seguro que todavía hay alguien que no lo sabe ¿Por qué el nombre de Los Toreros Muertos?

-
Es un nombre apropiado para nuestro estilo musical: música sarcástica y humor corrosivo. Por otro lado está lleno de ternura. La gente siente mucho cariño por los toreros muertos. Un cariño que si no existiéramos nosotros se reduciría a unas cuantas lágrimas y unas flores en el cementerio.

- Si no recuerdo mal en La Bola de Cristal hiciste algún que otro pinito…

- Sí, el hijo de Lolo Rico vino a vernos a un concierto y gracias a lo que le contó a su madre nos dejaron tocar todo nuestro primero LP, menos Bum, bum en la tele. No sé si la tocamos pero emitirla no la emitieron.

- Con el que fuera vecino de Pozuelo, Pedro Reyes, compartiste un proyecto artístico ¿Qué recuerdos tienes ahora que Pedro no está de aquellos comienzos como los otros Picapiedra?

-
Conocer a Pedro y que nos hiciéramos hermanos es el acto fundacional de toda mi carrera como actor. No hay nadie al que deba tanto. Me resulta difícil hablar de él, como ahora mismo hablar de Javier Krahe. Son personas que me han hecho la vida mejor. Gente a la que he querido y me han brindado su amistad. No son personas que puedo valorar porque son la vida misma. Los querré siempre.

- ¿Por qué “30 años de éxitos” en 1986, un año después del nacimiento de Los Toreros Muertos?

-
Porque el disco es iconoclasta y cada canción pretende ser el éxito de una determinada banda.

- ¿Qué artistazo se encargaba del diseño de las portadas de vuestros discos?¿Tiene obra en el Guggenheim?

-
No, ja ja. Las portadas las hacía y las sigo haciendo yo. Me gusta dibujar; dibujar me salvó del aburrimiento escolar pero lo hago ahora menos de lo que debería. Creo que me he convertido en un dibujito y ya no tengo la necesidad de escapar del aburrimiento. Dibujo canciones.

- A comienzos de los 90 os despedís del público pero no del todo… luego regresáis ¿Qué pasaba por vuestras cabezas durante esos años?

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De todo. Pasaba de todo. No supimos gestionar el monstruo que habíamos creado y este nos persiguió pidiendo cosas que no estábamos en condiciones de conceder. Podríamos resumirlo de otra manera: nos volvimos gilipollas.

Kurt Cobain y el vuelo de la cometa

- Todo músico que se precie disfruta a tope del directo. Lo vuestro en los escenarios es de traca; punky, ska, cachondeo… ¿Cuáles son las fuentes de inspiración a la hora de componer los temas y de preparar la puesta en escena de los conciertos?

-
Las ganas de pasarlo bien son la fuente creativa de nuestra propuesta. Me resulta lamentable que alguien prepare un show, contrate a unos músicos, les oblige a tocar algo y luego se aburra. Kurt Cobain se mató por eso. Lo que te decía: lamentable.

- He leído por ahí que en un país situado al otro lado del charco os pusieron la etiqueta de grupo narcosatánico ¿Era para tanto?

-
Mi teoría es que aquel país no podía garantizar la seguridad de la gente que acudiera a un concierto de Los toreros muertos en 1988 porque el riesgo de avalancha era muy alto. Nos negaron el permiso para actuar pero como no sabían como justificarlo nos acusaron de que inducíamos a la juventud a consumir drogas y a realizar actos satánicos que podían acabar en sacrificios humanos. Tal como suena. No sé que tomaba el tipo que nos puso esa etiqueta pero debía ser algo muy fuerte.

- Han pasado 30 años de lo de vuestro alumbramiento en un bar enano. Parece ser que hace tiempo asegurasteis que el 12 de mayo de 2015 volveriaís y así fue ¿Por qué? ¿Una visión?

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El doce de mayo fue la fecha estimativa en la que nos constituimos Picco, Many y yo como Los Toreros Muertos. La celebración debía venir acompañada de un disco en vivo con nuevas canciones. Nos pusimos esa meta y hacia allá nos fuimos. Alguien dijo que los artistas, como las cometas, suben más alto con el viento en contra. Esta frase se la recordé a los compañeros, un poco más remolones, para lograr el compromiso lanzado.

El mejor disco de Los Toreros Muertos

- ¿Cómo surge LOS TOREROS MUERTOS EN VIVO, vuestro actual trabajo discográfico?

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Me levanté una mañana y marqué el numero del ayuntamiento de Cádiz. Pedí hablar con Teófila. A su secretaria le expliqué que quería grabar el disco en directo de Los Toreros Muertos en el templo del carnaval gaditano, el Gran Teatro Falla. A las dos horas me llamo Teofila. Me puso el teatro a mi disposición. Había unos gastos que no estaba muy seguro de poder afrontar y llamé a Cruzcampo, mi cerveza favorita. me dieron el dinero y la cerveza necesaria. Luego llamé a Mercedes, pedí una furgoneta… me la concedieron. Como tampoco tenía ganas de ensayar ni de hacer muchos kilómetros, con nuestra manager, diseñamos una gira andaluza. Diez días, siete conciertos. En el último, el de la grabación llegué con la garganta en carne viva y grabamos una única toma. No hay recordings. Tal y como salió esa noche se lanzó el disco. Es el mejor disco de Los Toreros Muertos.

- Ahora toca hablar de la gira ¿Cómo va?

-
Piccolini vive en Argentina y teníamos graves problemas para poder encajar las suficientes fechas para compensar su viaje. Al final hemos decidido tocar lo más que podamos, esté Piccolini o no. Ha sido una decisión difícil pero la banda no podía depender de la ubicación geográfica de uno de sus miembros. En Sonorama nos presentamos en cuarteto. No quedó mal. A Pozuelo vamos en quinteto, con él, tampoco quedará mal. El espíritu de la banda es lo que hay que cuidar y mantener encendido.

- Precisamente el tour os trae a Pozuelo el próximo 11 de septiembre como estrellas de la Quedada Generacional ¿Cómo va a ser el recital? ¿Puedes contar algo?

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No. Sólo puedo sugerirles que usen transporte público, se hidraten bien y lleven condones. Nuestra música tiene el efecto de enloquecer al personal y hay que tomar precauciones. No sería la primera vez que viene gente con niños gestados en noches de conciertos nuestros.

- Hace unos meses estuviste en otro escenario de Pozuelo; en el Mira Teatro ¿Cómo va tu faceta de actor?¿Algún proyecto a la vista?

- Mi faceta como actor está satisfecha con lo que hago en Los Toreros. No hay mucha diferencia entre una obra de teatro y el trabajo con la banda. Para mí proyecto y secreto son palabras homónimas. No hablo de ellos.

- Creo que he preguntado mucho pero… ¿Te gustaría añadir algo?

-
Silencio a mi vida.
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