1/ La edad no es un problema
“Este verano decidí que quería hacer algo grande por mi cumpleaños, ya que es un gran cumpleaños", dijo J.Lo durante una aparición en Ellen. Y así lo ha hecho con una pequeña gira en Estados Unidos a la que ha llamado It’s My Party. El mejor ejemplo para ver que para bailar y entrenar (así como asistir a una clase de Booty Shape Movement), nunca se es demasiado mayor – ni demasiado joven.
2/ La clave está en entrenar
“Y en encontrar una motivación”, nos cuenta Erika Sanz, creadora de Booty Shape Movement. J.Lo hace poco participó en un triatlón solidario, por lo que tuvo que prepararse a fondo para aprobar con nota. “El concepto de #bootycrew hace que no solo hagas ejercicio, sino que te sientas parte de un grupo, que quieras ir a entrenar, aprender una nueva coreografía, mejorar… Y que seas perseverante en tu entrenamiento al menos dos veces por semana”, añade Erika.
3/ Comer bien (y mejor)
Hace tiempo que J.Lo renunció a todo tipo de comida preparada y desde Booty Shape Movement apuestan por una alimentación sana y equilibrada, basada en real food. “Nuestro objetivo es ganar masa muscular, no adelgazar – que será una consecuencia de mantenernos en forma. Y el músculo es fundamental alimentarlo. Yo siempre recomiendo seguir una dieta equilibrada que incluya proteínas, hidratatos y grasas. Tú sentirás que tienes más energía y tu cuerpo se transformará”, nos cuenta Erika Sanz.
4/ Desata tu lado más sensual
Sin importar el qué dirán. Para su nuevo videoclip –y también para la película “Hustlers”, en la que interpreta a una stripper–, J.Lo no ha dudado en acudir a clases de Pole Dance y en mostrar sus cualidades. “En Booty Shape Movement se quedan fuera del aula los prejuicios y convertimos el final de la clase en un espectáculo, como si de un vídeo musical se tratase. Con esto quiero que cada persona pueda liberarse, disfrutar de la música, desatar su sensualidad y, lo más importante, disfrutar”, nos cuenta Erika Sanz.
5/ Nunca dejes de bailar
J.Lo no lo hace. Booty Shape Movement, tampoco. Porque se trata de un entrenamiento global en el que además de realizar ejercicios específicos para “booty” se integrarán dentro de una coreografía para que sea mucho más amena la clase, pudiendo quemar en una sola sesión más de 400 calorías (según la intensidad del ejercicio) y hacer casi sin darte cuenta una media de 200 sentadillas.
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