Seguimos de fiesta. Las chicas de la peña Las Domingas inauguraba el apartado gastronómico con su sangría dominical y los amigos de El Botijo han recogido con alegría el testigo con bocata y limonada. Repartiendo 1.600 bocadillos acompañados de música. La de las charangas que calentaban motores para el concurso.
Hasta la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora llegaba la hilera de vecinos que no quisieron perderse el tradicional reparto de bocatas de la peña que nació un poquito más allá y que, como decía
Paco de Benito en el rosco de su pregón, lleva el nombre de una vasija de barro poroso para refrescar el agua, de vientre abultado, con asa en la parte superior, a uno de los lados boca proporcionada para echar el agua y al opuesto un pitón para beber.
Pues eso. Que las gentes de El Botijo se pasaron la tarde haciendo bocadillos de chorizo y salchichón para repartirlos a sus vecinos. De todas las edades. Que pasaron por delante de la mesa en carrito, a pie o en bicicleta. La alcaldesa, Susana Pérez Quislant acompañada de los concejales de Festejos; Carlos Ulecia, Hacienda; Isabel Pita y Familia; Beatriz Pérez Abraham acudió a una de las citas más populares de las fiestas y aprovechó para intercambiar impresiones y risas con sus vecinos. Todos ayudaron en el reparto a los de naranja que como de costumbre contagiaron alegría y buen humor. Y sortearon una bicicleta y un jamón.
Varias charangas amenizaron bocados y traguitos y afinaron instrumentos para el concurso; acontecimiento que despedía el día en que miles de escolares de Pozuelo regresaron a clase. Ese en el que muchos merendaron fuera de casa. Hoy cambiarán la plaza del Padre Vallet por el recinto ferial (atracciones a 1 euro).
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