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'First Dates' con un dentista: cómo hacer que surja el amor en la primera cita

viernes 15 de febrero de 2019, 16:00h
'First Dates' con un dentista: cómo hacer que surja el amor en la primera cita
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El rechazo al dentista es perjudicial para el amor. ¿Por qué? Porque no hay amor sin sonrisas y son precisamente estos especialistas los encargados de que brillen como nunca.

De hecho, algunos estudios tan curiosos como los de la Universidad de Berkeley descubren, analizando a sus antiguos alumnos, que aquellos que más sonreían habían tenido más éxito en sus vidas amorosas. Según otro estudio realizado por Philips Sonicare, la sonrisa es, con un 47%, el aspecto que más observan las personas unas de otras, por encima de los ojos (31%), el olor (11%), la ropa (7%) o el pelo (4%).

El “speed dating” tampoco es positivo para una relación fructífera y no debería tener sitio en la odontología. Seguridad, excelencia, incluso ahorro… El polémico modelo “fast food” aplicado a una clínica dental es de todo menos saludable porque todo requiere tiempo, calma… Requiere lo “slow” que está tan en boga en tantos sectores y que el doctor Primitivo Roig ha sido pionero en aplicar en su campo y en las Clínicas W.

Exceso de oferta, publicidad desmesurada, competencia desleal, prisas e incitación al consumo constante dificultan seriamente que el encuentro entre odontólogo y paciente se produzca con éxito y, como en todo, la primera impresión es lo que cuenta.

¿Amor a primera vista?

La primera cita es, por tanto, un momento decisivo en la relación entre el paciente y el dentista. En la primera visita no sólo son los profesionales quienes evalúan y diagnostican, sino que también son a su vez analizados y juzgados por el propio paciente. El objetivo y el éxito es muy sencillo: que haya una segunda vez. Sólo así se irá construyendo una relación fructífera.

¿Dónde está el príncipe azul?

Sí, hay casi más clínicas dentales que bares, y es difícil elegir. Encontrar un dentista de confianza puede ser algo complejo pero no se debe jugar con la salud: Pedir referencias a familiares y amigos, buscar un especialista con nombre y apellidos, sin intermediarios, y huir de las ofertas y los “chollos” son “tips” primordiales. El amor llega con una base más sólida si viene con dichas referencias. Según un estudio de las Clínicas W, el “boca-oreja” es lo que más funciona.

Puntualidad, ¡sin esperas!

Un error garrafal en una cita es hacer esperar a la otra persona. En la odontología slow no hay tiempo de espera ni sala para ello. Se cita al cliente y se le otorga el margen necesario para atender su caso con toda la calma, el mimo y el detalle posible.

¿Y qué debe suceder en ese primer encuentro?

Las tres acciones principales a identificar son un diagnóstico certero, un buen plan de tratamiento y una presentación eficaz del mismo.

Diagnóstico

La conversación es la clave para que dos personas se conozcan. Para poder elaborar un buen diagnóstico es fundamental escuchar al paciente, tener en cuenta su opinión, entender su forma de pensar y sus necesidades; es decir, conocer la psicología que determinará la relación. En Clínicas W se cuida hasta el extremo este paso antes de proceder a nada más, recibiendo a la persona, casi a modo de “coaching”, dedicándole todo lo necesario.

La exploración bucodental debe ser también minuciosa para no pasar por alto ningún detalle, y es conveniente que las pruebas diagnósticas incluyan toda la información que asegure el correcto estudio del caso y la presentación de la mejor opción de tratamiento.

Plan de tratamiento

El diagnóstico va siempre seguido de una reflexión y plan de tratamiento. Establecer una secuencia clara y ordenada de cada fase de tratamiento ayuda a reducir riesgos, a acelerar los procesos y a ser más eficientes. La odontología es un trabajo en equipo en el que, para que surja el amor, hay toda una serie de profesionales. En Clínicas W, recepcionistas, auxiliares o higienistas bucodentales, entre otros, conocen de tú a tú al paciente y le implican en su propio cuidado y mejora que jamás se alargará más de lo estrictamente necesario. Puede que incluso en una primera visita los avances sean ya visibles.

Propuesta

La primera cita finaliza con la presentación de una propuesta de tratamiento o de cuidado preventivo, y con la invitación a una segunda cita. La conversación debe ir orientada hacia el diagnóstico, el problema y sus posibles soluciones, las ventajas y riegos de cada una, la manera en que esos riegos van a ser eliminados o minimizados, y cuál es la mejor estrategia a seguir.

Por todo ello, según Primitivo Roig, “hay que encontrar un dentista bueno, que los hay y muchos, que escuche sentado, tranquilo, sin mascarilla, y que entienda que hablar es el tiempo más rentable y mejor invertido para comprender quién es la persona, qué busca y qué necesita”.

Confiar en el amor con sonrisas

Una mala experiencia en una clínica dental puede sentar precedente, pero no debería sentar cátedra. Un desamor se puede solucionar con un nuevo amor. Cuesta, pero no hay que dejar de buscar al especialista adecuado, con calma, sin desesperarse. Estos consejos probablemente no aseguren el amor a primera vista ni el amor eterno, pero seguro que aumentarán la probabilidad de encontrar lo que uno merece. ¡Lo “slow” es la clave!

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