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Emilio Coll: fundador de la Sociedad Gimnástica Española
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Emilio Coll: fundador de la Sociedad Gimnástica Española

martes 13 de marzo de 2012, 08:10h

El madrileño que ha dado nombre a una tranquila y residencial urbanización de Pozuelo nació el 11 de febrero de 1868 y murió el 5 de enero de 1944. Emilio Coll fue comisionista de profesión y deportista de corazón.

Emilio Coll vino al mundo en el seno de una familia acomodada. Su padre, Santiago Coll Clavé, aparece en un cuadro del reconocido pintor catalán Pelegrín Clavé i Roqué con quien estaba emparentado y su madre, Clara Maignan Alibert, le enseñó a hablar su lengua materna, el francés.

El protagonista de este Calle a Calle dedicó su vida profesional a los negocios comerciales; sobre todo a los relacionados con productos químicos. Durante algunos años ocupó el cargo de Presidente de la Sociedad Española de Comisionistas y Viajantes de Comercio. Por sus méritos y circunstancias al frente de la Junta Central de los Colegios Oficiales de Agentes Comerciales de España el Rey Alfonso XIII le concedió la primera categoría de la Medalla de Plata del Trabajo el 7 de enero de 1927. No era la primera vez que le condecoraban.

Comisionista de profesión y deportista de corazón. Porque al deporte; primero practicándolo y más tarde promocionándolo, entregó toda su vida. Desde muy joven se sintió atraido por el mundo de la gimnasia y con sólo 19 años funda junto a otros compañeros de trabajo la Sociedad Gimnástica Española. En 1908, con motivo de las fiestas del aniversario de la Independencia Nacional celebradas en Zaragoza, le fue impuesta la Medalla de Plata del Centenario por la participación que tuvo la Sociedad Gimnástica en los eventos organizados. Ese mismo año fue nombrado Presidente del Comité de la Unión Velocipédica Española. Además colaboró como articulista en tres rotativos de Barcelona: Los Deportes, Mundo Deportivo y Stadium y en otras publicaciones madrileñas como España Deportiva, el Boletín de la Unión Velocipédica Española y El País.

Con maillot en La Cueva

Dice Pompeyo Sevilla Gómez en su libro Medio siglo de la Real Sociedad Gimnástica Española (1887-1937) que Emilio Coll fue el verdadero eje de esta prestigiosa institución deportiva.

En las últimas décadas del siglo XIX existía en España un ambiente adecuado para constituir una entidad donde agrupar las inquietudes deportivas de quienes practicaban el men sana in corpore sano pero fue un jovencísimo Emilio Coll el encargado de prender la mecha que hizo nacer la Sociedad. Un día en las oficinas de los señores Deutch de la Meurthe, empresa francesa de petróleos donde estaba empleado, el muchacho entró al despacho de su jefe a recibir instrucciones y descubrió sobre la mesa Le Gimnaste, el órgano de las sociedades gimnásticas francesas. Como miró con curiosidad el periódico su patrón le dijo que si le interesaba la publicación y se la regaló. Salió de la sala exhibiendo Le Gimnaste como un trofeo y se lo mostró a sus compañeros deportistas mientras les preguntaba ¿por qué no fundamos nosotros una sociedad gimnástica por el estilo? A ellos les pareció una idea admirable. Ellos eran Narciso Masferrer, Emilio Fernández Monjardin y Eduardo Charles.

Hasta el nacimiento de la Sociedad Gimnástica Española los muchachos entrenaban sus músculos en un sótano de la calle Marqués de Leganés al que conocían como La Cueva. Salieron de ella cuando Marcelo Sanz y Mariano Marcos Ordax, simpatizantes del deporte, pusieron a su disposición las instalaciones de un gimnasio de su propiedad en la calle Barbieri.

Durante la larga vida de la Gimnástica Española periodistas, políticos y hombres de ciencia rigieron los destinos de la Sociedad. El doctor San Martín, José Francos Rodríguez, el Conde de Romanones y el Duque de Tovar fueron, entre otros, presidentes o vicepresidentes de la institución.

Impulsor de la Federación Española de Fútbol

La pasión de Emilio Coll por el mundo del deporte también le llevó a asumir el reto de poner en marcha una Federación Española de Clubs de Foot-Ball.

Todo comienza el 29 de julio de 1909 con un manifiesto publicado en el periódico barcelonés El Mundo Deportivo. En su escrito los firmantes abogan por la puesta en marcha de una Federación Española de "Clubs de Foot-Ball" para reglamentar el hoy deporte rey, resolver honrosa y satisfactoriamente las diferencias que pudieran surgir entre los clubs y organizar periódicamente los campeonatos. Emilio Coll, en calidad de expresidente de la Sociedad Gimnástica Española firma el artículo junto a Hans Gamper, Presidente del F.C. Barcelona y Narciso Masferrer, director del rotativo.

Tras la publicación del manifiesto los promotores contactan con los clubes de fútbol de España y el 21 de octubre de 1909 se crea la Federación Española bajo la Presidencia de Honor de Su Majestad el Rey Alfonso XIII, la presidencia del Marqués de Casa Alta y la vicepresidencia de Emilio Coll.

Hotelito en Pozuelo

Emilio Coll tenía casi 60 años cuando comenzó a vender junto a otros socios terrenos en Pozuelo de Alarcón. Al menos eso se desprende de una misiva escrita a comienzos de los años cuarenta, enviada por el viajante de comercio a un posible comprador en respuesta a un anuncio publicado en el diario Ya. El caballero, de apellido Bueno, demandaba información de cara a una posible compra de terrenos en el municipio y la respuesta fue adelantarle el precio del pié cuadrado (35 pesetas) y hacerle llegar el estadillo de las parcelas que, como copropietario, poseía cerca de la estación del ferrocarril.

Unos años antes, en 1932, Emilio Coll formalizó la escritura de un hotel de recreo de 75 metros cuadrados de superficie compuesto por "planta baja y principal de piedra sin labrar y ladrillo, con mortero de cemento y arena, habitaciones pintadas al temple, puertas y ventanas al óleo, pavimento de mosaico, water-closet y cuarto de baño" levantado en una parcela de más de 3.400 metros cuadrados lindante al norte con la propiedad de los señores Benito y García.

De la hermosa finca de Emilio Coll, de su pozo de agua potable, de sus plantaciones de árboles y arbustos, de su cerramiento de zócalo y de sus témpanos de verja de hierro en la fachada principal sólo quedan las fotos que ilustran esta biografía. En los años 70 del pasado siglo sus descendientes vendieron la hacienda y sobre ella crecieron varias promociones de chalés pareados.

Por su condición de propietario y porque Emilio Coll y, sobre todo, su familia -quinta esposa, Jessie Josefine Macleod Aules y sus tres hijos legítimos; Emilio, Enrique y Consuelo- pasaron muchos veranos en la finca alguien tuvo a bien poner su nombre a la calle y la travesía que nacieron sobre sus terrenos.

 

Agradecimientos: Santiago Coll, nieto de Emilio Coll.

Fotos 1 y 2: Emilio Coll

Foto 3: Jessie Josefine Macleod, esposa de Emilio Coll. Residencia de verano. Pozuelo Años 40.

Foto 4: Emilio, Enrique y Consuelo, hijos de Emilio Coll. Paella en Pozuelo. Años 40.

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