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El origen de las Fiestas del Carmen de Pozuelo
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El origen de las Fiestas del Carmen de Pozuelo

lunes 18 de julio de 2016, 07:00h
Las Fiestas de La Estación se empezaron a celebrar a principios del siglo XX en honor a la Virgen del Carmen. A esta advocación estaba consagrada la primera capilla que se construyó en el barrio y que precisamente se inauguró el 16 de julio de 1900.
Iglesia de la Virgen del Carmen. Primeras décadas del siglo XX. Foto de la familia Ulecia.
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Iglesia de la Virgen del Carmen. Primeras décadas del siglo XX. Foto de la familia Ulecia.

El 25 de julio 1899 se celebra una reunión entre propietarios y vecinos de la Colonia de la Estación. En ella se expone la necesidad de construir una iglesia dado el incremento de habitantes. Dos meses después, el 25 de septiembre, se produce otro encuentro en el que se da a conocer una carta del Doctor Rafael Ulecia en la que manifestaba su interés por contribuir a su creación y su disposición a regalar al barrio la imagen de la Virgen del Carmen si se consagraba a su advocación. Ese día se inicia la suscripción para levantar el templo y se recaudan 2.550 pesetas. Así comienza todo.

Las obras del primer templo del barrio de la Estación costaron algo más de 25.000 pesetas y el arquitecto fue el señor Belmás. Además de la imagen de la Virgen del Carmen, donada por el fundador de La Gota de Leche, había una capilla bajo la advocación de San Antonio. El Altar Mayor estaba presidido por una escultura de San José.

En los primeros años los gastos de las Fiestas del Carmen se cubrían por suscripción popular y aportaciones de particulares. También se organizaban tómbolas para recaudar dinero y los vecinos -en su mayoría gentes de la capital que venían a pasar el verano- contribuían y con ello se pagaban los cultos religiosos, la banda de música e incluso las becerradas que durante algún tiempo tuvieron lugar con motivo de estas fiestas. La primera fiesta taurina de la que tengo constancia documental es de 1912.

En sus comienzos los festejos se limitaban a un fin de semana. Aunque se formaba una comisión de fiestas todo el barrio colaboraba. Los días previos tenía lugar la novena a la Virgen para lo que se contrataba a algún coro u orquesta de cámara. La Iglesia, y especialmente la imagen de la Virgen del Carmen, se adornaba con flores. Del arreglo de la capilla se encargaban las mujeres que llevaban rosas y plantas de sus jardines.

Toque de diana

Antes los festejos se celebraban el fin de semana siguiente al 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen. Con el paso de los años han ido variando los actos que en otro tiempo se iniciaban con el toque de diana por parte de una banda musical que recorría las calles de la Colonia de la Estación (también se conocía así al barrio) despertando a sus habitantes y anunciando el comienzo de las fiestas.

La Misa Mayor se hacía por la mañana. En ella cantaban las jóvenes y un orador experto en temas marianos predicaba la homilía. A continuación salía la Procesión acompañada de la banda municipal haciendo un recorrido más extenso del que hace actualmente porque llegaba hasta el colegio de San José de Cluny.

Por la tarde se iba a los toros o becerrada -si ese año se había organizado la fiesta taurina- y se acudía al baile que a lo largo de los años se fue trasladado a diversos lugares. En un comienzo se hacía en la plaza de San Juan, frente a la capilla de la Virgen, pero también se celebró en el muelle de la estación del tren, en la Plaza del Gobernador, en el parque de las Minas... en todos esos recintos se limitaba con cadenetas y farolillos el lugar de la verbena.

Por la noche había fuegos artificiales, con más o menos esplendor, dependiendo del dinero recaudado. Hubo años en que algún vecino con buena posición económica se "estiraba" y pagaba de su bolsillo la pirotecnia. Tras los fuegos el baile continuaba hasta altas horas de la noche.

El canto del gallo

El domingo por la mañana se asistía a Misa y el ambiente de fiesta continuaba. Ese día se celebraban eventos deportivos comno carrera de bicicletas, partido de fútbol -entre los del Pueblo y la Estación- y juegos populares como carreras de sacos. Por la tarde y por la noche otra vez baile hasta "el canto del gallo".

Los tiempos han cambiado, pero la esencia de las Fiestas del Carmen no ha variado. Todos -niños, jóvenes y mayores- esperamos cada año la llegada de los festejos -que acaban de terminar- con mucha ilusión y ganas de pasar unos días agradables.

María Esperanza Morón García
Doctora por la Universidad Complutense
Cronista Oficial de Pozuelo de Alarcón

Procesión del Carmen pasando a la altura del colegio San José de Cluny antes de la Guerra Civil. Foto de la familia Ulecia.
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Procesión del Carmen pasando a la altura del colegio San José de Cluny antes de la Guerra Civil. Foto de la familia Ulecia.
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