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Cómo la grasa combate la grasa

miércoles 13 de febrero de 2019, 16:00h
Cómo la grasa combate la grasa
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Algunas personas con piel mixta o grasa temen realmente utilizar productos a base de aceites vegetales, como las cremas hidratantes de MATARRANIA.

Ese concepto prefijado se debe al discurso que las marcas de cosmética “convencional” han implantado durante muchos años respecto a la grasa y la necesidad de recurrir a productos oil free o libres de aceites, como si retirar el aceite de las cremas fuera la panacea.


Durante muchos años, los aceites en general han sido diabolizados, acusados de causar obstrucción de poros, exceso de grasa o provocar brillos. ¿Por qué? ¡Porque lo hacían! Estamos hablando de la época en la que proliferaron los aceites minerales, procedentes de petróleo más o menos refinado. Y esos aceites SÍ que son oclusivos: taponan el poro, impermeabilizando la piel e impidiendo la eliminación del sebo que se produce de forma natural. Todavía son los que utilizan los fabricantes de cosmética química, fundamentalmente por su bajísimo coste. Por eso los retiran de los productos destinados a pieles grasas y venden la idea de que un producto apropiado para este tipo de piel debe ser libre de aceites.

Pero hemos de saber que la piel necesita grasa. Necesita SU grasa, y cuando siente que le falta, como por ejemplo cuando aplicamos cosméticos astringentes o cuando la impermeabilizamos con aceites minerales, impidiendo que los aceites contenidos en el cosmético le lleguen, las glándulas sebáceas pasan “sed”. Como están programadas para regular la cantidad de grasa en la piel, interpretan que deben producir más grasa, y empieza el círculo vicioso que nos lleva a consumir más cosméticos “para pieles grasas” a la vez que estamos instando nuestra piel a que produzca más y más grasa…

Esto no ocurre con los aceites vegetales, especialmente con los más afines a la piel, como son los presentes en las hidratantes de MATARRANIA. A diferencia de los aceites minerales, no taponan el poro y por lo tanto ni obstruyen el proceso de limpieza natural de la piel ni impiden que el aceite penetre. Así, nutrida como es debido, la piel “se relaja” y las glándulas sebáceas dejan de producir grasa superflua.

¿Conclusión? Si tu piel es grasa, dale aceite, siempre analizando bien qué tipo de aceite. Procura que sea un aceite 100% vegetal y de primera presión en frío, para que mantenga intactas todas sus propiedades. Y si además es 100% bio como los de MATARRANIA, ¡mejor que mejor!

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