LifeStyle

¿Qué pasa si no regresa la antigua normalidad? ¿Sabremos afrontarlo?

Martes 12 de enero de 2021
Parece que aquella vida, pre- Covid 19, está muy lejos. Queda preguntarse, ¿y si no vuelve? Y si esto es un cambio definitivo y tenemos que estar permanentemente preparados para posibles desastres y cambios en nuestro mundo.

Estábamos deseando que se terminara, como si al sonar la última campanada se fueran con ella los demonios que nos han invadido estos meses. Sin embargo, aunque abrimos paso a un nuevo año con una pizca de esperanza, entreabrimos la puerta para mirar de reojo y con desconfianza lo que se avecina.

Porque no las tenemos todas con nosotros y parece que aquella vida, pre- Covid 19, está muy lejos. Queda preguntarse, ¿y si no vuelve? Y si esto es un cambio definitivo y tenemos que estar permanentemente preparados para posibles desastres y cambios en nuestro pequeño mundo.

Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos, nos facilita las herramientas para enfrentarnos a los cambios y ser más resilientes.

Según Laura, “es posible que después de la situación de pandemia que estamos viviendo, se incorporen a nuestra vida nuevos hábitos, pero esto no tiene por qué ser malo. Lo que sí debemos contemplar es que nada permanece para siempre, y antes o después pasará”. Un buen trabajo es echar la vista atrás y sacar los puntos positivos y las lecciones aprendidas de todo lo vivido.

  • Mantén tu espacio de ocio y hobbies, en la medida de lo posible. El respiro de esos espacios, de desarrollo personal, es fundamental en situaciones de mucha ansiedad como la que estamos viviendo, debido a la incertidumbre”.

  • “Es positivo plantear objetivos, a corto y medio plazo, sobre asuntos que te generen mucha satisfacción e ilusión. No tienen que ser grandes cosas, un cambio de decoración de la casa, ir planificando el próximo viaje para cuando sea posible, una excursión para dentro de unos días, etc”.

  • Cuida tus relaciones sociales, con las medidas de seguridad adecuadas, pero no te aísles”.

  • Mantén los horarios, cuida la alimentación y conserva el hábito de hacer deporte de manera regular.”

  • “Realiza actividades que te conecten con el cuerpo y los sentidos, a modo de pequeños ejercicios de meditación. Existen actividades que, si realizas de forma consciente, se asemejan mucho a estados meditativos, por ejemplo: bailar, pasear, escuchar música, incluso cocinar o hacer punto. Todo es cuestión de probar.”

Lo importante es que el ser humano tiene una enorme capacidad de adaptación. No obstante, para facilitar esa transición necesita dar sentido y obtener aprendizajes de lo vivido. En las circunstancias actuales, estamos aprendiendo buenas lecciones: desarrollo de la empatía con los demás, la búsqueda del equilibrio entre todos, como sociedad y el valor de la tolerancia y la paciencia.


Noticias relacionadas