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Médicos internistas de SEMI reiteran que debe entenderse el hábito tabáquico activo o pasado como “factor de riesgo de mala evolución en COVID-19” y valorarse al ingreso hospitalario

Miércoles 05 de enero de 2022
  • Estudios iniciales de series extranjeras arrojaron resultados contradictorios o no concluyentes sobre la relación entre el tabaquismo y la COVID-19, por lo que una investigación del Registro SEMI-COVID-19 con datos de 14.260 pacientes COVID-19 hospitalizados en España analizó dicha relación. Fueron clasificados en dos grupos: con tabaquismo activo o pasado o sin tabaquismo).

  • El grupo de fumadores tenía mayor edad (69,9 años), presentó mayor predominio de varones (80,3%) y mayor índice de comorbilidad. La evolución fue peor en estos pacientes, con una mayor tasa de ingreso en UCI (10,4% frente a 8,1%), mayor mortalidad intrahospitalaria (22,5% frente a 16,4%) y reingreso al mes (5,8% frente a 4%) que el grupo sin tabaquismo.

  • Respecto a las diferencias, en concreto, entre fumadores en activo o exfumadores, se observó que los exfumadores precisaron en mayor medida tratamiento inmunomodulador y antibiótico y tuvieron más complicaciones en el ingreso (23,6 vs. 17,6%), empeoramiento radiológico y progresión de la enfermedad, así como reingresos al mes.



Una nueva investigación retrospectiva basada en datos de 14.260 pacientes del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) recogidos entre febrero y septiembre de 2020 concluye que los pacientes con hábito tabáquico activo o pasado que han sido hospitalizados en contexto COVID-19 presentaron peor evolución y pronóstico (mayor tasa de mortalidad, ingreso en UCI y reingreso al mes) que los pacientes sin este hábito.

Es la principal conclusión del estudio, liderado por médicos internistas de SEMI y cuyos resultados publica la revista Medicina Clínica en el artículo “Influencia de la historia de tabaquismo en la evolución de la hospitalización en pacientes COVID-19 positivos: datos del registro SEMI-COVID-19, en el que se describen y exploran, de forma comparativa, las características clínicas y pronóstico en COVID-19 de los pacientes hospitalizados por SARS-CoV-2 incluidos en la investigación, que fueron divididos en dos grupos: con hábito activo o pasado de tabaquismo o no fumadores. A todos ellos, se les realizó un seguimiento hasta un mes después del alta.

La mediana de edad de los pacientes incluidos en el estudio fue de 68,6 años, con un 57,7% de varones. El grupo con tabaquismo presentó mayor edad (69,9 años), predominio masculino (80,3%) y mayor índice de comorbilidad de Charlson (4). La evolución fue peor en los pacientes con hábito activo o pasado de tabaquismo, puesto que presentaron una mayor tasa de ingreso en UCI (10,4 frente a 8,1%), mayor mortalidad intrahospitalaria (22,5 vs. 16,4%) y reingreso al mes (5,8 vs. 4,0%) que el grupo sin tabaquismo.

Respecto a la clínica que presentaban, la disnea (sensación de falta de aire) era más frecuente en los pacientes con tabaquismo, mientras que la fiebre y los síntomas gastrointestinales en los pacientes sin tabaquismo. Además, los pacientes con tabaquismo ingresaban con saturación de oxígeno

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