A partir de cierta edad, muchas personas empiezan a notar un cambio en sus brazos. Esa piel que cuelga al moverlos, especialmente en la parte interna, es una preocupación estética muy común. Las llaman “alas de murciélago”, “brazos de salero” o incluso “columpios”. No importa el nombre, el problema es el mismo: flacidez.
Aunque suele asociarse al envejecimiento, la flacidez puede aparecer antes de los 40.
¿Las causas? Cambios hormonales, pérdidas de peso rápidas, sedentarismo, mala alimentación, o simplemente una genética que predispone a tener una piel más laxa. Estar en forma no es garantía de firmeza en los brazos.
Hasta hace poco, las únicas opciones eran la cirugía, el gimnasio y la resignación. Pero hoy existe una alternativa moderna y eficaz: un tratamiento estético no invasivo que trabaja los músculos de forma profunda, ayudando a recuperar el tono, reducir la grasa localizada y devolver firmeza a la piel.
Se trata de Wonder, una tecnología desarrollada en Europa que utiliza una combinación única de emisiones electromagnéticas, neuromusculares y radiofrecuencia. Estas ondas activan directamente los músculos, provocando 60.000 contracciones intensas en cada sesión de solo 25 minutos.
Para que te hagas una idea: esto equivale a varias horas de ejercicio físico intenso, pero sin sudar, sin dolor y sin moverte de la camilla. Y lo mejor es que actúa en profundidad, hasta 20 centímetros por debajo de la piel, algo que ningún ejercicio convencional puede lograr.
Los resultados empiezan a notarse desde la segunda semana. La flacidez se reduce, los brazos se ven más firmes y tonificados, y la piel mejora su aspecto. También se estimula la circulación, lo que ayuda a eliminar líquidos y toxinas, y favorece la producción natural de colágeno y elastina, esenciales para mantener la piel joven.
Este tipo de tratamiento es ideal para quienes no pisan el gimnasio pero también para quienes lo hacen sin lograr los resultados esperados. No hay agujas, no hay bisturí, y no requiere tiempo de recuperación. Puedes seguir con tu día normal justo después de cada sesión.
Además de los brazos, Wonder también se utiliza en otras zonas como abdomen, glúteos, piernas e incluso el suelo pélvico.
La musculación estética ha llegado para quedarse. Porque el verdadero secreto para un cuerpo firme y armonioso no está solo en eliminar grasa, sino en cuidar el músculo. Y ahora, gracias a la tecnología, hacerlo es más fácil que nunca.
En primer lugar porque el cuerpo no quema grasa de manera localizada: aunque entrenes brazos, la grasa se pierde de forma global según tu genética y hormonas. Además los brazos, especialmente en mujeres, son una “zona de reserva” muy sensible a cambios hormonales y al paso de los años. Por otro lado, son una de las zonas más vulnerables a la pérdida de tono muscular. Pilates ayuda mucho a la postura, a la fuerza global y al control corporal, pero no siempre da suficiente estímulo localizado e intenso en el tríceps. El entrenamiento de fuerza construye músculo y es lo más apropiado para el objetivo buscado, pero no produce mejoras en la calidad de la piel ni elimina grasa localizada. Y eso también influye: la flacidez no siempre es solo grasa. A menudo se trata de tejido conjuntivo que ha perdido elasticidad. Por eso, aunque se gane músculo o se reduzca grasa, puede seguir viéndose piel “colgante”.
La electroestimulación muscular (EMS/HI-EMS) contrae el músculo de forma muy intensa (más que lo que se logra en un entrenamiento normal). Ayuda a hipertrofiar y tonificar los tríceps. Está comprobado que logra un aspecto más firme y definido.
La Radiofrecuencia (RF) calienta el tejido profundo y estimula la producción de colágeno y elastina. Con esto se produce una mejora en la firmeza y elasticidad de la piel, algo crucial para las alas de murciélago.
Con Wonder no es necesario seguir el estilo de vida estricto de la reina Letizia, que a un entrenamiento muy completo le une una dieta estricta que mantiene a raya la grasa corporal. Wonder es el secreto de unos brazos tonificados y una vida sin renuncias.
Wonder, creada por el ingeniero español Alexander Pérez Roldán, ha sido galardonada con multitud de premios desde su presentación en 2019. El último el Premio al Mejor Dispositivo No Invasivo de Medicina Estética, en el Congreso AMWC de Mónaco.