En un Palacio de los Deportes encendido y con sabor a gran cita continental, el Real Madrid sumó una nueva victoria en la Euroliga tras imponerse al Partizán de Belgrado por 93-86. Un partido que, aunque parecía sentenciado al último cuarto, terminó con un final de alta tensión que dejó claro el carácter competitivo de ambos conjuntos.
El Real Madrid comenzó el choque con un dominio absoluto en ambos lados de la pista. El equipo de Sergio Scariolo firmó un primer cuarto casi perfecto con una defensa agresiva, ataques rápidos y un gran acierto. Walter Tavares impuso su ley desde el primer minuto, con 8 puntos y 2 rebotes en ese tramo inicial. El pívot caboverdiano fue un muro para los serbios y dio tranquilidad a los suyos.
Campazzo, Hezonja y Lyles acompañaron con un juego alegre, de esos que levantan al público de sus asientos. La puntería se tradujo en 10 de 15 en tiros de campo y una sensación de superioridad que hacía pensar que la noche iba a ser plácida. Eran la opción de muchos seguidores en las mejores casas de apuestas, donde analizaron cada detalle como si fueran entrenadores.
El segundo cuarto confirmó que Tavares estaba en su noche. Terminó con 19 puntos, 8 rebotes y 27 de valoración, una actuación dominante que dejó sin respuestas a Tyrique Jones y compañía. Chuma Okeke también brilló con 14 puntos y una buena efectividad desde la línea de tres.
Partizán no se rindió, eso sí. Jabari Parker sacó galones y se fue hasta los 21 puntos, bien acompañado por Osetkowski en la zona. Sin embargo, cada intento serbio chocaba contra el orden defensivo del conjunto dirigido por Sergio Scariolo. La primera mitad cerró con un claro 52-33 y la sensación de que el Madrid tenía el control total.
Tras el descanso, Partizán mostró su mejor versión ofensiva y cambió las cuotas de las apuestas baloncesto. Parker lideró una pequeña reacción con ocho puntos seguidos que encendieron a su afición desplazada. Pero Lyles respondió con puntos importantes que mantuvieron a raya a los serbios.
Fue también el momento para ver a Theo Maledon en acción. En su estreno en Euroliga con la camiseta blanca, aportó ritmo, descaro y puntos en momentos clave. El Real Madrid parecía tener el partido bajo control, aunque Partizán no bajaba los brazos.
El último cuarto arrancó con el Madrid 19 puntos arriba (75-56) y el público ya celebrando medio triunfo… pero Partizán recortó la diferencia a solo cuatro puntos (84-80) a falta de tres minutos. El silencio en el Palacio fue ensordecedor. Sin embargo, un triple oportuno de Maledon y una defensa férrea devolvieron la calma al conjunto blanco. Scariolo gestionó los tiempos con inteligencia, cerrando el partido sin sobresaltos pese a la presión final del conjunto balcánico.
Ahora, el equipo viaja a Belgrado para medirse al Estrella Roja en la quinta jornada de la Euroliga. Es un reto de esos que exigen concentración total. El ambiente allí siempre es complicado, pero el Madrid llega con confianza y la sensación de que puede competir en cualquier cancha.
Cada partido es un paso más en una temporada que traerá emociones fuertes. Si mantienen esta línea, los de Scariolo darán de qué hablar en Europa.