El hijo de la víctima encontró el cadáver de Ángel Lázaro Labrondero, español de 78 años, tras la puerta de entrada a su casa.
Ángel L. L. encontró a su padre con un golpe mortal en la cabeza, sobre las seis y media de la tarde del martes, en su casa situada en el número 19 de la calle del Boyero.
El Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional investiga un posible robo como móvil del crimen, si bien no descarta otras hipótesis. Ninguna puerta ni ventana de la vivienda (un bajo) fueron forzadas, por lo que se piensa que la víctima pudiera conocer al autor o autores del homicidio o bien abrir y ser atacado; e incluso que alguien le estuviera esperando y le agrediera en su propia casa. La Policía Nacional investiga el entorno y rutinas de la víctima, para determinar si alguien cercano a ella podría tener interés en acabar con su vida de manera violenta.
El fallecido, viudo desde hace tiempo, se había criado en Aravaca y, al igual que toda su familia, era muy conocido en la zona. Vivía con sus dos hijos varones, y fue el menor de ellos, discapacitado, el que se extrañó cuando, al volver del centro en el que estudia, la tarde del martes su padre no le abría la puerta.
La casa no estaba muy revuelta y, aunque faltan algunos objetos (entre ellos, algunas pertenencias del fallecido), la familia está comprobando ahora si se han llevado joyas, dinero, tarjetas bancarias u otras cosas de valor.
Se cree que el autor del crimen esperó a Ángel en el portal y le golpeó cuando abrió la puerta de su domicilio para robarle, aunque se trabaja sobre todas las hipótesis. Agentes de Policía Científica y del Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía acudieron al domicilio para realizar la inspección ocular y recoger pruebas que conduzcan al paradero del presunto asesino.