Bucear entre poemas, fórmulas de rifa, cuentos de nunca acabar, canciones, retahílas, trabalenguas y juegos de siempre para entremezclarlos y crear nuevos lazos sorprendentes en todos ellos.
Ritmo que mima la rima, rima que mece con ritmo. Ritmo de un teléfono y su oreja, de una bota que se ata, una rana y una oveja. Ritmo de un zoológico en las manos, el cantar de un ukelele y elefantes africanos. Ritmo de un pollo que pica poco, de la rifa de un canario y el trabalenguas del coco. Ritmo de ilustraciones sonoras, cinco canciones de siempre y pelotas voladoras. Ritmo de un payaso equilibrista, una orquesta de gallinas y una sombrilla cuentista. Ritmo de un acordeón a mano, cuatro tambores a máquina y campanillas mecánicas. Ritmo del mar de aquí para allá. El coro que cacarea y un barquito… que se va.
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