Este órgano, de carácter consultivo y complementario, tiene como misión colaborar con el resto de órganos de gobierno del Ayuntamiento. Desde el Consejo Social de Pozuelo, se emitirán estudios y propuestas, fruto del debate e intercambio de ideas entre personas y entidades que participan activiamente en Pozuelo como representantes de asociaciones empresariales, comerciantes, centros universitarios, clubes deportivos y personas de reconocido prestigio.
Decía Elena Méndez-Leite en su primera intervención en el pleno tras jurar su cargo -hasta ahora sólo había formulado preguntas- que el equipo de Gobierno ha querido que el Reglamente sea sencillo; con un articulado poco denso. La concejal justificaba la decisión en que se trata de un órgano ex novo en Pozuelo y en que es demasiado habitual que cuando desde instancias políticas se promueven leyes que atañen a la colaboración ciudadana no se suele tener en cuenta la diversidad de personas, localización y situaciones. "Hemos querido cambiar el corsé que oprime y asfixia por un guante flexible, ajustado a la ley, en el que todos los miembros se vayan acomodando hasta lograr un funcionamiento útil, agil y beneficioso para los vecinos de Pozuelo".
Los partidos de la oposición presentaron una enmienda a la totalidad de Reglamento, aprobado inicialmente en la última sesión plenaria, por considerarlo descafeinado y falto de transparencia. Aunque el Grupo Municipal UPyD se abstuvo en la votación comparte las tesis del Grupo Municipal Socialista e Izquierda Unida que, entre otras cosas, rechazan que los vocales de reconocido prestigio sean designados por la Alcaldesa-Presidenta y abogan porque el Consejo Social emita con carácter obligatorio exhaustivos dictámenes, informes y resoluciones anuales de todo cuanto es susceptible de aprobación o modificación por parte del Ayuntamiento. Según Elena Méndez-Leite, esto último colapsaría la administración local.
Si (
No(