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La importancia de una buena nutrición durante la fase de crecimiento

lunes 06 de junio de 2022, 11:11h
La importancia de una buena nutrición durante la fase de crecimiento
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Cuando hablamos de crecimiento en infantes y adolescentes no debemos poner el foco solamente en su desarrollo físico (muscular, estructura ósea y altura) sino también en el cognitivo y emocional, ambos vitales durante esta etapa. Y es que para que su desarrollo alcance el máximo potencial se debe dotar al organismo de todos los nutrientes que precisa.

Tanto la infancia como la adolescencia, según nos explica Marta Fernández, Nutricionista del Colegio Mirasur School, son dos de los periodos de aprendizaje más importantes en la vida de una persona y a lo largo de los cuales se adquieren las habilidades y conocimientos que, en el futuro, serán la base de su estilo de vida. Desde adquirir hábitos higiénicos como aprender a peinarse, pasando por cómo interactuar con el resto de los individuos, hasta comprender la importancia de una buena alimentación, son nociones que deben descubrirse desde edades tempranas.

Una alimentación saludable y equilibrada, al igual que el deporte, es uno de los hábitos más importantes para gozar de una buena salud, tanto a nivel físico como emocional, y procurar una mejor calidad de vida. Por ello, es fundamental que los niños, desde edades tempranas, aprendan cuáles son los hábitos alimenticios más beneficiosos para ellos y los apliquen en su día a día. Es necesario que desde la escuela se fomente esta educación y cultura de bienestar alimenticio, ya que una buena alimentación es una barrera contra numerosas enfermedades infantiles, reduciendo, asimismo, considerablemente las probabilidades de que puedan llegar a sufrir ciertas patologías en su edad adulta como la diabetes o la obesidad.

La enseñanza nutricional, ha de ser una tarea continua y compartida por todo el entorno de los niños. Padres y profesores desempeñan un papel crucial para ayudar a que estos adquieran conductas positivas en relación con la comida, no simplemente a través de la transmisión de información sino también a través del aprendizaje orientado a la acción y a través del ejemplo, procurando una conducta efecto espejo. Este último facilita la adoptación de manera natural

y voluntaria de hábitos nutricionales que fomentan el bienestar, un proceso en el cual se aprende a escoger y disfrutar de todos los alimentos.

En líneas generales, es recomendable que la dieta de los más pequeños sea una dieta rica en frutas, verduras y cereales, donde se consuman también, aunque en menor medida, huevos, pescado y lácteos. El agua, se presenta, también, como otro de los elementos esenciales en las comidas diarias. No obstante, es importante encontrar un equilibrio justo para dotar al niño de lo que precisa.

Por otra parte, el reparto de las comidas es otro de los factores a tener en cuenta para que la nutrición sea un instrumento efectivo en el desarrollo infantil. Es recomendable la ingesta de cinco comidas al día, siendo estas el desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena. En esta última se deben evitar los alimentos pesados, como pueden ser la carne procesada o el chocolate, a fin de favorecer el descanso de los niños. Lo ideal para ello, es realizar un menú semanal en el que se complementen los diferentes alimentos a lo largo de cada comida. Desde Mirasur School, además de realizar un menú para los alumnos de comedor, incluimos una sugerencia de cena para facilitar esa labor a las familias. Ese pequeño factor, ayuda a conocer un poco mejor cómo debe ser un menú saludable.

Una buena calidad de vida va siempre de la mano de una alimentación sana y variada, en la que predomina el consumo diario de frutas, verduras y hortalizas, la práctica de actividades deportivas y ejercicios mentales y el disfrute de un correcto descanso de calidad.

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