Dice San Mateo que por sus frutos los conoceréis. Por sus obras era conocido Enrique Benito. Ahora que se ha marchado deja un poco huérfanos a todos los que durante décadas han compartido con él su pasión por transformar la desilusión de la posguerra en la esperanza del progreso.
Su trabajo desinteresado en el Equipo de Gobierno municipal presidido por el alcalde Vicente Martín Bravo le convirtieron en una persona muy conocida y respetada. Enrique Benito compaginó su trabajo como empleado del Banco Exterior de España con la realización de obras clave para el desarrollo de un pueblo muy deteriorado por la destrucción de la guerra civil. Y contribuyó decididamente a la puesta en marcha de la red de saneamiento y alcantarillado, el abastecimiento de agua a través del Canal de Isabel II, el asfaltado de calles, el alumbrado público, la construcción de puentes sobre los arroyos y el adecentamiento del lavadero y fuente pública de La Poza... Mejoras que medio siglo después y con la desaparición de su promotor cobran todavía más valor.
Tenencia de Alcaldía sin retribución
Enrique Benito Verón nació en Pozuelo en 1918 en el seno de una familia humilde. Empieza a trabajar como jardinero siendo casi un niño y luego como empleado del Banco Exterior en Madrid. Desde 1957 hasta 1970 ejerce voluntariamente la responsabilidad de un cargo equiparable a Teniente Alcalde sin que perciba ninguna retribución por ello. Lo suyo fue un trabajo altruista, generoso y comprometido por Pozuelo que bien merece un homenaje. Hay quien sugiere en una red social que Enrique se merece una calle en el pueblo hoy ciudad -en parte gracias a él- que amó hasta sus últimos días. DEP.
Foto: Gregorio Rodríguez. Asociación Cultural La Poza. Entrega Pozuelero del Año 2010
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