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Vacaciones escolares y conciliación: el reto del verano para las familias

Redacción | Lunes 16 de junio de 2025
El 50 % de las familias españolas recurren a campamentos de verano para lograr la conciliación familiar en verano.

Solo el 38 % de los trabajadores considera que se respeta su derecho a la desconexión digital.

El 73% de los empleados españoles percibe que utilizar las medidas de flexibilidad laboral puede penalizar su desarrollo dentro de la empresa.


Con la llegada del verano y el inicio de las vacaciones escolares, miles de familias en España se enfrentan a uno de los mayores retos de conciliación del año. En un mercado laboral donde las políticas de corresponsabilidad y bienestar todavía avanzan de forma desigual, los meses estivales vuelven a poner a prueba la capacidad de las empresas para ofrecer condiciones que permitan compatibilizar las responsabilidades profesionales con las familiares.

Los datos son claros: según un estudio de la Plataforma de Infancia, el 50 % de las familias españolas recurre a campamentos de verano como principal herramienta para lograr la conciliación familiar durante las vacaciones escolares. Sin embargo, esta solución no es accesible para todos: un 14 % de los hogares no puede permitirse económicamente este tipo de alternativas, lo que evidencia una brecha importante en el acceso a recursos para la conciliación.

Esta realidad se refleja en la percepción generalizada de las medidas ofrecidas por las empresas, ya que según un estudio reciente realizado por Protime, el 74,2 % de los empleados considera que las opciones de conciliación disponibles en sus empresas son insuficientes o claramente mejorables. Esto subraya la necesidad urgente de revisar y reforzar las políticas de apoyo a las familias, especialmente durante periodos de mayor carga como el verano.

Flexibilidad laboral: un derecho que aún genera desconfianza

A pesar de que muchos convenios colectivos y normativas internas incluyen medidas de flexibilidad —como el horario laboral flexible, trabajo a tiempo parcial, teletrabajo o la jornada intensiva—, su uso sigue generando reticencias entre los empleados. Según el Estudio IFREI, elaborado por el Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School, el 73 % de los trabajadores españoles cree que utilizar medidas de flexibilidad puede penalizar su desarrollo profesional.

Este dato refleja una cultura organizativa en la que aún persiste la percepción de que la dedicación se mide en presencia física o disponibilidad constante, en lugar de en resultados. Como consecuencia, muchos trabajadores renuncian a ejercer su derecho a la flexibilidad por miedo a perder visibilidad o proyección dentro de la organización.

El desafío de la desconexión digital

Otro de los grandes retos para la conciliación, especialmente en verano, es el respeto al derecho a la desconexión digital. La hiperconectividad, potenciada por el trabajo híbrido y la tecnología, ha difuminado las fronteras entre lo laboral y lo personal. Aunque este derecho está reconocido legalmente y las empresas han establecido políticas internas al respecto, muchos trabajadores siguen recibiendo correos, mensajes o llamadas fuera de su horario.

Según datos recogidos por Protime, solo el 38 % de los trabajadores considera que el derecho a la desconexión digital está plenamente respetado en su empresa. Este dato pone de manifiesto una realidad que afecta a un amplio porcentaje de la fuerza laboral y que puede tener consecuencias importantes en términos de salud mental, motivación y productividad.

Esta carencia cobra aún mayor relevancia durante los meses de verano, cuando las expectativas personales de descanso, ocio y desconexión aumentan considerablemente. Además, en este periodo suelen disminuir los recursos de conciliación externa, como el apoyo familiar o los servicios escolares, que dejan de estar disponibles. Todo esto genera una mayor presión sobre los trabajadores y destaca la necesidad de contar con entornos laborales que respeten de forma activa y consciente el tiempo personal de sus empleados.

Según datos recogidos por Protime, solo el 38 % de los trabajadores considera que este derecho es plenamente respetado en su empresa. Esta carencia se vuelve especialmente relevante en verano, cuando las expectativas de descanso y desconexión aumentan y los recursos de conciliación externa —como el apoyo familiar o los servicios escolares— disminuyen.

Hacia una cultura laboral sostenible y humana


El verdadero reto no radica únicamente en implementar medidas aisladas, sino en construir un entorno laboral basado en la confianza mutua y la responsabilidad compartida entre empresa y personas trabajadoras. Para que conceptos como la flexibilidad, la conciliación y la desconexión digital sean realmente efectivos y sostenibles en el tiempo, es imprescindible que vayan acompañados de políticas internas bien definidas, formación específica para los líderes y mandos intermedios, y una estrategia de comunicación interna clara, coherente y constante, así como de herramientas digitales adecuadas que faciliten su aplicación y seguimiento en el día a día.

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