Tras las vacaciones de verano y sus excesos gastronómicos, llega septiembre con la necesidad de recuperar el equilibrio y volver a una alimentación saludable. Pero, ¿cómo hacerlo sin caer en dietas milagro que prometen resultados rápidos y ponen en riesgo la salud? La Dra. María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca recomienda, en general, recomienda priorizar frutas, verduras y alimentos frescos frente a ultraprocesados y comidas rápidas. Mantener una buena hidratación es clave, así como moderar el consumo de alcohol y azúcares. Volver a una rutina de horarios ayuda a controlar el apetito y evitar picoteos innecesarios. Las proteínas de calidad, los cereales integrales y las grasas saludables deben recuperar protagonismo en la mesa. Y, sobre todo, conviene adoptar hábitos sostenibles en el tiempo, no dietas exprés que comprometan la salud.
Para hacerlo más fácil, la Dra. Crispín nos da unas pautas de raciones diarias para conseguir el objetivo.
Partimos de la base de que hablamos de una mujer adulta, omnívora, con peso correcto, físicamente activa y sin intolerancias o alergias.
Lácteos, Carne, Pescado, Huevos
Proteína animal, 3-5 raciones al día.
Comida o cena:
Desayuno:
Hortalizas y verduras
Frutas
Nota:
El total de frutas, verduras y hortalizas tiene que ser cinco. Generalmente dos raciones de verduras y hortalizas, una en la comida y otra en la cena, y tres raciones de fruta, desayuno y entre horas.
Legumbres, Cereales, Pasta, patata
Hidratos de carbono sanos, dos raciones al día.
Desayuno:
Comida:
Cena mejor sin hidratos, para compensar posibles excesos.
Grasas y aceites
Buenas:
Regulares:
Malas:
Azúcar
Buena:
Mala:
Buenas combinaciones, como debo componer un plato saludable.
Desayunos:
Comidas
Cenas
Tentempiés
Dra. María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca