El Hospital Universitario Gregorio Marañón ha logrado un hito en la sanidad pública al realizar el primer trasplante parcial de corazón en Europa a una bebé de siete meses. La paciente, Mariami, se encuentra en recuperación tras haber estado solo dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos. Este innovador procedimiento implica la implantación de válvulas cardíacas que crecen con el paciente, evitando múltiples intervenciones quirúrgicas a lo largo de su vida. La técnica, respaldada por organizaciones nacionales, beneficiará a niños con malformaciones congénitas y optimizará el uso de donaciones cardiacas infantiles limitadas. La consejera de Sanidad, Fátima Matute, destacó la importancia de este avance para el futuro de los trasplantes pediátricos.
El Hospital público Universitario Gregorio Marañón ha logrado un hito en la medicina europea al realizar con éxito el primer trasplante parcial de corazón a una bebé menor de un año. La paciente, Mariami, de tan solo siete meses, se encuentra en recuperación y ha dejado atrás la Unidad de Cuidados Intensivos, donde estuvo ingresada únicamente durante dos días.
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, destacó este logro durante la presentación del procedimiento en el complejo Materno Infantil del hospital. “Se trata de un paso gigantesco que va a revolucionar el mundo de los trasplantes”, afirmó Matute, quien atribuyó este éxito a la dedicación y profesionalismo del equipo de Cardiología del centro, reconocido a nivel nacional.
La técnica empleada cuenta con el respaldo de la Oficina Regional y la Organización Nacional de Trasplantes. Consiste en implantar únicamente las válvulas cardíacas en niños que necesitan una cirugía valvular pero que no presentan un fallo completo del músculo cardíaco. Este enfoque innovador evita que los pacientes deban someterse a múltiples operaciones a lo largo de su vida debido a que los implantes convencionales no crecen con ellos.
Este caso particular requirió la combinación de dos técnicas previamente desarrolladas por el Hospital Gregorio Marañón en 2018 y 2021, permitiendo realizar trasplantes entre donantes y receptores con grupos sanguíneos incompatibles y utilizando donaciones en asistolia controlada. Se trata así de un avance triple en el ámbito de la cirugía cardiaca infantil.
Con esta nueva técnica, se beneficiarán especialmente los menores que nacen con malformaciones congénitas relacionadas con las válvulas cardíacas. En España, aproximadamente 4.000 niños cada año enfrentan este tipo de problemas graves desde su nacimiento.
Además, esta metodología permitirá optimizar el uso de las donaciones cardíacas infantiles, que son escasas. Aunque siempre se priorizarán los trasplantes totales convencionales para aquellos niños que lo necesiten, se abrirán tres nuevos escenarios gracias a esta técnica. En cada uno de estos casos, uno o dos niños podrán beneficiarse dependiendo de las válvulas disponibles para ser sustituidas.
Los escenarios incluyen: primero, cuando se dona un corazón sano sin receptor adecuado; segundo, si el órgano del donante tiene un funcionamiento deficiente pero sus válvulas están sanas; y tercero, el conocido como trasplante dominó, donde un menor necesita un trasplante completo pero puede utilizar válvulas funcionales para beneficiar a otros pacientes.
Este innovador procedimiento es posible gracias a la generosidad tanto del donante como de su familia, una solidaridad esencial para mantener el sistema de trasplantes operativo.