Después de los meses de calor, no es raro que muchas personas experimenten un aumento de brotes de acné o alteraciones en la piel. Verónica López, esteticista y especialista en acné, recuerda que estos episodios suelen estar relacionados con la exposición al sol, las altas temperaturas, la sudoración y los cambios en la rutina de cuidado durante las vacaciones.
“El verano genera un efecto engañoso en la piel: parece que mejora, pero en realidad la exposición solar es una de las principales causas de radicales libres, que debilitan la barrera cutánea. Cuando el pH se altera, la glándula sebácea incrementa la producción de sebo y los poros se obstruyen. El resultado es que, al volver a la rutina, la piel responde con brotes que muchas veces sorprenden a quien los sufre”, explica.
Factores comunes que contribuyen a los brotes postverano
Todos estos factores alteran la función barrera de la piel y la hacen más reactiva.
Recomendaciones para prevenir y tratar los brotes
Según Verónica, es fundamental seguir una rutina adaptada al final del verano:
Con una rutina adecuada y el acompañamiento profesional, la mayoría de los brotes postverano pueden controlarse eficazmente, evitando cicatrices y devolviendo a la piel su equilibrio y salud a largo plazo.