La psicóloga Pilar Conde habla sobre la soledad emocional

"Estar físicamente acompañado no garantiza sentirse emocionalmente conectado", la psicóloga Pilar Conde habla sobre la soledad emocional“ Me siento solo ahí fuera a veces. Lo paso mal mentalmente. Lo llevo diciendo desde el Open de Australia, intento encontrar maneras de salir de este agujero… pero no puedo. En general me siento solo en la vida”, esto declaraba Alexander Zverev en rueda de prensa tras caer eliminado en Wimbledon 2025.

Y es que, Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen, advierte que la soledad emocional puede aparecer incluso cuando se tiene éxito profesional o se está rodeado de gente. “Estar físicamente acompañado no garantiza sentirse emocionalmente conectado. Para eso, necesitamos vínculos genuinos y recíprocos con personas que nos acepten, comprendan y nos muestren afecto”, explica.

La soledad emocional no responde únicamente a una falta de compañía, sino a la ausencia de conexiones profundas y significativas. Se trata de una experiencia interna que puede coexistir con una agenda llena de reuniones, eventos sociales o reconocimientos.

Según la experta, enfrentarse a retos profesionales o alcanzar el éxito suele ir acompañado de un gran sacrificio personal. “Se pasa tiempo fuera, rodeado de gente, pero son profesionales con intereses personales, económicos, y es más difícil generar relaciones vinculares genuinas como puede suceder en la familia o la amistad”, señala. En muchos casos, las personas no disponen en su día a día de las personas con las que sí poseen ese tipo de relación emocional, lo que contribuye al sentimiento de desconexión.

Pilar Conde subraya la importancia de distinguir entre estar solo y sentirse solo. “Estar solo se refiere a pasar un tiempo sin estar acompañado de manera física. Esto no tiene por qué ir asociado a sentirse solo. Sentirse solo se refiere a la experiencia emocional en la que la persona considera que no tiene vínculos emocionales de afecto, y puede suceder estando físicamente solo o estando con mucha gente, pero sin estar realmente conectados emocionalmente”, añade. Esta sensación ha sido descrita con frecuencia por cantantes o profesionales del deporte en solitario, y de ahí que muchos expresen la “envidia” de los deportes de equipo o de pertenecer a grupos musicales, donde es más fácil crear vínculos afectivos reales.

La psicóloga confirma que es completamente normal experimentar estas sensaciones incluso cuando, desde fuera, “todo parece ir bien”. “El éxito profesional, lo que se considera de manera externa como positivo –generar ingresos, ser reconocido, ganar dinero– suele en muchas ocasiones llevar asociado tiempo a solas, viajes, renuncias personales… en detrimento de lo que permite crear conexiones emocionales significativas”, señala. Además, explica que muchas veces se pone tanto foco en conseguir objetivos que se descuida la parte emocional: “Cuando lo conseguimos o estamos cerca, tomamos conciencia de lo poco satisfactorio a nivel emocional que es la consecución de dicho éxito”.

Pilar Conde recuerda que todavía existen mitos que frenan a muchas personas a pedir ayuda psicológica. Entre ellos: “Pedir ayuda es de débiles”, “tengo que resolverlo solo”, “si voy al psicólogo es que no estoy bien de la cabeza”, “al final tampoco estoy tan mal” o “yo no creo en la psicología”. Todos ellos, afirma, siguen actuando como barreras que impiden a muchas personas cuidar de su bienestar emocional y buscar el acompañamiento profesional que necesitan.