Playas de arena fina, arena gruesa, blanca, dorada, de piedra, con aguas turquesa, con olas para el surf y hasta del tipo “piscina”. De todas ellas, 669 lucen con orgullo la bandera azul ¿Dónde las podemos encontrar? La agencia de viajes online Rumbo.es ha hecho una selección de enclaves paradisíacos que albergan las mejores playas de España y que deben estar en la lista de todo amante de la naturaleza y el mar. Son remansos de paz, belleza y aventuras que se deben visitar al menos una vez en la vida.
El paraíso balear y las perlas del mediterráneo
Mallorca, Menorca e Ibiza. Imposible no haber escuchado hablar de estas “perlas del mediterráneo” porque todos los años sus playas figuran entre las más visitadas: Ses Illetes (en Formentera), Las Salinas, Sa Caleta, Cala Pregonda, Cala Presili y la archiconocidaS’Arenal, entre otras, que a más de uno le recuerdan las cristalinas aguas de Guardalavaca (Cuba) o Curazao. Sus calas vírgenes en medio de frondosas montañas se fusionan en armonía con la vida urbana, algo similar a lo que podemos ver en las Islas Bermudas o en la famosísima Playa del Carmen, donde la diversión siempre está garantizada. Mar de día y fiesta de noche ¡Las vacaciones perfectas! Pero eso no es todo: su legado cultural es realmente sorprendente ¿Sabías que Ibiza fue declarada Patrimonio de la Humanidad? ¿O que el rosetón (“ojo gótico”) de la Catedral de Palma es el más grande del mundo entre los templos góticos? ¿O que Palma fue elegida en 2015 por The Times como la mejor ciudad del mundo para vivir? Nada que enviarle a la espectacular herencia arqueológica de lugares como Tulum (México).
El paraíso canario que corona el Atlántico
Pensar en vacaciones idílicas nos puede llevar a pensar en sitios como Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Las Islas Canarias son las reinas del océano Atlántico ¡De eso no hay duda! Güi-Güi y Faneroque son el lugar ideal para quienes buscan algo fuera de lo común, diferente y hasta raro. Hay muchas mentes que viajan a sitios como Isla del Tigre (Honduras), donde también hay playas de arena negra, entre volcanes y manglares, pero con un agua realmente perfecta. Las costas cercanas al parque natural de las Dunas de Corralejo, en Fuerteventura, merecen matrícula de honor en belleza y tranquilidad. Los frikis de los deportes acuáticos pueden aplazar su viaje a la espectacular Rivera Maya porque en Tenerife tienen playa Almáciga y otras zonas donde practicar estas disciplinas en el mejor entorno. La joya de esta corona del Atlántica es el Museo Atlántico de Lanzarote. Nada más y nada menos que el primer museo submarino de arte contemporáneo de Europa. Sin duda, Canarias garantiza aventuras de arriba a abajo.
El paraíso de la Costa del Sol y su clima eternamente tropical
La Costa del Sol tiene un nombre muy justificado: 325 días del sol al año con un clima benévolo casi perpetuo, algunos afirman que es como estar en el Caribe. Así que no hay que pensar mucho para imaginarse que los veranos aquí son una fiesta eterna. Málaga es la reina del lugar, una ciudad bañada por la más que famosa Malagueta, una playa urbana llena de vida que, gracias a su rápida modernización, se puede decir que se está convirtiendo en la Miami del Mediterráneo. Además, la Costa del Sol guarda celosamente algunos rincones que quien los descubre puede decir que se ha ganado la lotería. Calas de aguas turquesa y pequeñas playas se pueden disfrutar cerca de los acantilados de Maro (las vistas son de 10), incluso en concurridos lugares como Torremolinos, Fuengirola, Marbella (con una especie marina propia digna de conocer) y Estepona. Aunque la tranquilidad que ofrece Casares es envidiable, como algunas de las mágicas playas que esconden muchos pueblos de Costa Rica.
El paraíso de la Costa Blanca, donde la diversión nunca duerme
Hablar de Alicante o Benidorm es sinónimo de verano a tope de diversión. Si hay algo que saben hacer en la Costa Blanca es pasarlo bien y hacer que los turistas se olviden que el resto del mundo existe. Son más de 240 kilómetros de costa con playas, calas y hasta acantilados donde desconectar, pero teniendo muy cerca la vida urbana. Algo muy parecido a lo que podemos ver en zonas como Varadero (Cuba), en la Isla de San Andrés (Colombia) o la concurrida Playa Blanca (Panamá). Alicante siempre se posiciona por tener las mejores playas de España: las calas de Cabo de la Huerta, San Juan, Albuferete y Almadraba, entre otras, rodeadas de parques de atracciones únicos en Europa. Lo mismo ocurre en Benidorm con sus impresionantes alojamientos y oferta de ocio, en medio de sus playas de Poniente y Levante, que a muchos hace recordar a República Dominicana, donde los parques temáticos y grandes resorts se complementa de manera casi perfecta con su paraíso tropical.
El paraíso de la Costa Barcelona con playas y termas
Su variedad geográfica la convierte en uno de los mayores tesoros del mediterráneo. Está muy cerca de Barcelona, pero no todos los turistas conocen su enorme potencial para unas vacaciones de sol y mar de lujo. La Costa Barcelona presume del distintivoCompromiso por la Calidad Turística, que garantiza al turista un servicio de excelencia. Sitges (lugar de veraneo de muchascelebrities), Mataró y Casteldefesls son algunas de las localidades costeras con playas de todo tipo y pueblitos pesqueros muy pintorescos. Calella es una de las zonas más encantadoras, gracias a playas como Rocas y Garbí. Las termas son otra opción que se puede disfrutar en poblaciones como Caldetas y Garriga, para quienes buscan diversificar el relax en sus vacaciones. Quienes ya han estado en Puerto Rico pueden encontrar una gran similitud entre esta zona catalana y la vida tan animada, pero a la vez natural y tranquila, rodeada de curiosos pueblos, que ofrece la llamada “isla del encanto”.