Ocio y frescura mandan
Además del mencionado consumo ocioso, ya que es temporada de barbacoas y de darse momentos de indulgencia para tomarse una copa o un cóctel con unos aperitivos, los meses de verano tampoco serían lo mismo sin un buen gazpacho o una ensalada fresquita después de haber pasado calor, productos que ocupan el 15,2% de la cesta de verano.
Pero frente a tanto ocio y frescura de productos, que a nadie se le olvide que el verano es tiempo de insectos y, para combatir la presencia de moscas y mosquitos en los hogares, tan molestos en estos meses, los insecticidas. Esta categoría se presenta como una de las más dinámica, de hecho el pasado verano experimentó un incremento del 9% en sus ventas, los que mejor evolucionaron.
Por otra parte, combatir las altas temperaturas es uno de los objetivos cuando aprieta el calor y, para ello, los alimentos más refrescantes e hidratantes son la mejor opción. No hay un verano sin helados, batidos, horchata, zumos o yogures líquidos, que representan el 13,2% del carro de la compra estival.
Asimismo, a la hora de llenar la nevera, también buscamos productos “de temporada” como la sandía, el melón, los albaricoques, las cerezas o picotas, la paraguaya o la nectarina, algunos de ellos con mucha agua y que resultan muy agradables de consumir con temperaturas tan cálidas. Estos frescos suponen el 13,4% del gasto veraniego.
Y es que, con tanto calor, el cuerpo nos pide líquido y estar bien hidratados, y para ello no hay mejor opción que el agua, una bebida que supone el 8% del gasto en esta cesta y que en temporada estival ve incrementado su consumo por el efecto del turismo. Todo ello acompañado de una de las actividades preferidas cuando llega el buen tiempo: tumbarse en la playa o en la piscina y disfrutar de un día de relajación y disfrute. Por ello los productos asociados al “momento playa/piscina”, es decir, bronceadores o bebidas refrescantes de café o té, patatas fritas o una tortilla preparada, suponen el 7,3% de la cesta.
Por esta razón, son muchos los que se preocupan por el cuerpo que lucirán en ropa de baño y deciden cuidarse para estar lo mejor posible en estas fechas. Es por ello que el consumo de tratamientos corporales y de pies y de productos depilatorios o de cosmética suman en conjunto el 5,9% del gasto estival.
Según el experto en distribución de Nielsen, Ignacio Biedma, “el crecimiento de la cesta de verano en 2018 mantuvo una línea muy similar a la tendencia que tuvo el gran consumo a cierre de año. El hecho de que estos productos concentren casi la mitad de sus ventas en 15 semanas del año los hace muy permeables a movimientos provocados por factores coyunturales, meteorológicos o de otro tipo”.