Esta vez les visitaba el Barcelona, cuya antepenúltima posición en la tabla les situaba, a priori, como claras favoritas. Empezaba el primer cuarto con muchísima presión de CH Pozuelo y a punto del pitido final del mismo, un penalti córner, muy bien ejecutado por las chicas de Pozuelo, casi deshace el empate que hasta entonces se veía en el marcador.
El segundo cuarto tuvo un cambio de color enorme, ya que las catalanas se echaron para arriba y en uno de sus rápidos contragolpes, cuando discurría el minuto 26 de juego, la número 20 visitante, Maria Sol Castronuevo, colgaba en el luminoso el 0-1.
El tercer cuarto tuvo un empate técnico porque la mayoría del tiempo se jugó en “tierra de nadie” y hubo muy pocas oportunidades para los dos equipos.
Cosa distinta sucedería en el cuarto y definitivo cuarto (valga la redundancia), ya que las chicas del equipo local se metieron literalmente en el área contrincante y, cuando en el cronómetro se señalaba el minuto 66, una jugada con varios rebotes, era aprovechada por Sofía Pampin para conseguir la igualada que a la postre sería ya definitiva y que hacía honor a lo visto en el terreno de juego.
Seguen con problemas en casa, así que, a ver si Agustina Puiglisi aprovecha que el fin de semana que viene no se juega para mentalizar a sus chicas que sí pueden. Es un equipo joven, que ha tenido muchísimos cambios respecto a la temporada pasada, por lo que hay que darles tiempo y seguir trabajando.
El día 15 de diciembre les visita el Casteldefels, equipo que pelea con las de Pozuelo por la quinta posición. Es la oportunidad de romper la mala racha en casa.
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