Y eso es lo que hacen un equipo de 10 voluntarios de Cáritas y 12 voluntarios estudiantes de la Universidad Francisco de Vitoria, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen (Pozuelo Estación), dando clases de apoyo escolar.
No tener ordenador, impresora o unos padres que puedan resolver todas las dudas académicas puede generar problemas de desigualdad educativa durante el confinamiento que, desde la parroquia, intentamos evitar con un acompañamiento individual, y a través de aplicaciones de internet, a 26 niñas y niños de familias en situación de vulnerabilidad.
Algunos de ellos no contaban con medios tecnológicos (tablet, ordenador, impresora) y gracias a donaciones, Cáritas parroquial Nuestra Señora del Carmen, ha conseguido facilitar 8 ordenadores a los niños que los necesitaban.
Se ayuda a las familias a que sus hijos puedan mantener ciertos hábitos y estructuras necesarias en sus procesos educativos y de autonomía, así como ser un apoyo escolar, emocional y de confiaza. Es un seguimiento individualizado que, desde el inicio de la cuarentena por el coronavirus, permite apoyar la labor del profesorado y de los padres. Esta actividad se complementa con evaluaciones periodicas con los tutores de los niños y conversaciones con las familias para informarles del desarrollo del curso de sus hijos.
Desde casa los voluntarios les ayudan con sus tareas, el equipo ha distribuido el acompañamiento por etapas educativas. Los adolescentes son los más autónomos y sólo hacen preguntas puntuales para resolver dudas. Los cursos intermedios de Primaria son los más dependientes, los voluntarios principalmente les ayudan en Inglés, Matemáticas y Lengua. Y los de primero y segundo de Primaria requieren un seguimiento en todas las asignaturas.
Se ha asignado a cada niño un voluntario para seguir su evolución. Ellos hacen las tareas en sus cuadernos y después mandan una foto a su tutor, quien lo revisa y reenvía previa explicación on line.
Se integran cuatro ámbitos de actuación :apoyo escolar; ocio y tiempo libre, habilidades sociales y hábitos saludables, siempre desde una perspectiva de educación en valores, manteniendo el acompañamiento a las familias como principio y fundamento de la acción educativa
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