La inédita situación sanitaria que atravesamos está posponiendo muchos de nuestros planes y uno de los más importantes, las bodas, también. Existen muchas limitaciones para celebrarlas, aunque restringir el número de invitados ha provocado que los pocos enlaces que se celebran son íntimos, un aspecto que ha tenido como consecuencia cambios en el modo de vestirse y peinarse.
Solo durante el primer semestre de 2020 se celebraron un 60% menos de enlaces matrimoniales y el 70% de los que estaban programados para ese año se pospusieron a 2021. Sin embargo, en estos momentos se mantiene la misma incertidumbre. "La gran mayoría de los enlaces se han aplazado para este año, aunque sigue planeando la duda de si podrán celebrarse o no. Algunos pocos, han decidido adaptar la ceremonia a las recomendaciones sanitarias y casarse. Las motivaciones de cada pareja para hacerlo o no son un mundo. Para algunos lo más importante es el cómo, una gran celebración tal y como habían planeado, para otros es el enlace, por eso el formato no es tan determinante.", asegura Raquel Saiz de Salón Blue desde Torrelavega (Cantabria). https://www.instagram.com/p/Bvr6kIgj31h/
Lo que se ha demostrado es que las adaptaciones en ceremonias con menos asistentes han transformado el concepto de las bodas que se han vuelto más sencillas, pero con más encanto. "Las bodas más íntimas eran ya una tendencia antes de la pandemia, sin embargo, ahora han tomado mucha más relevancia. El presupuesto es más ajustado, pero se invierte en detalles que para los novios son importantes y eso convierte el enlace en algo aún más especial.
Además, tener menos invitados, te abre más opciones a la hora de escoger otros espacios tanto para la ceremonia como para el banquete. Y si el enlace es más sobrio, eso también se traslada al vestido y al peinado, ya que los novios no se sienten cómodos con estilos más sofisticados porque quizá los ven fuera de lugar en este nuevo contexto.", afirma Gonzalo Zarauza, peluquero y asesor de imagen desde San Sebastián. https://www.instagram.com/p/B5lyeLkqjf4/
En general, el confinamiento ha modificado el modo en que nos vestimos y un ejemplo son las sastrerías que en septiembre vendieron un 70% menos. La comodidad, la naturalidad ha venido para quedarse y para este tipo de ceremonias, también. "Se buscan prendas y accesorios que conserven la magia y la trascendencia de un evento como este, sin duda, pero sin excesos en los patronajes ni en los recogidos. A veces es más efectivo un tejido lujoso con líneas puras y un peinado sencillo con una diadema con plumas o unas horquillas joya. El tono elegante está, pero sin ostentación. Las novias han cambiado mucho, se han diversificado, por eso la personalización es cada vez más importante.", declara Silvia Peinado, directora creativa de Sia &Co. https://www.instagram.com/p/CLbUCe3laeg/
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