Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada día casi un millón de personas contraen una Infección de Transmisión Sexual, como clamidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis, lo que hace que anualmente sean unos 357 millones de hombres y mujeres los afectados.
Sin embargo, muchas personas emplean el término ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual) cuando se quieren referir a las infecciones por un contacto sexual. ¿Son lo mismo? ¿Cuál es la diferencia entre ITS y ETS?
¿Qué es una ITS?
Es una infección producida por el contacto entre dos personas en el acto sexual. La infección se puede producir por contacto vaginal, anal u oral sin protección, por eso, es muy importante usar preservativo. Las más comunes son: sífilis, gonorrea, clamidia, Virus del Papiloma Humano (VPH), VIH y hepatitis B y C. Hay veces que las infecciones son asintomáticas o tienen síntomas difíciles de diagnosticar, pero cuando sí los tienen, los principales síntomas son:
- Heridas en la zona genital
- Verrugas genitales
- Dolor al orinar
- Cambios en el flujo genital
- Dolor en la parte baja del abdomen
- Secreciones de pus en los genitales o en el ano
- Lesiones en la boca
- Manchas en la piel, etc.
¿En qué se diferencia una ITS de una ETS?
Cuando nos referimos a una infección producida por una relación sexual, utilizaremos el concepto ITS. Cuando la infección se agrava y se convierte en enfermedad hablaremos de ETS. El caso más conocido es el cáncer de cuello de útero, que la mayoría de las veces está provocada por el VPH (virus del papiloma humano), la infección más común entre ambos sexos.
Las ITS se producen por microorganismos que necesitan un medio apropiado donde desarrollarse y causar la enfermedad, por eso, además de usar preservativo, es muy necesaria una correcta higiene íntima antes y después de mantener relaciones sexuales. Sin embargo, la Dra. Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor y colaboradora habitual de Chilly recuerda que “las duchas vaginales, salvo en determinadas ocasiones recomendadas por un ginecólogo, están completamente desaconsejadas. En condiciones normales, se recomienda el lavado de la zona íntima una vez al día, aunque si hay relaciones sexuales, hay que hacerlo antes y después”.
De igual forma, la Dra. Gómez recomienda el uso exclusivo de productos específicos para la zona íntima como los de la gama Chilly, que “ayudarán a mantener la salud vaginal y los niveles ideales del pH, ya que un gel de higiene íntima tiene un pH más ácido, agentes limpiadores más suaves y además está testado bajo control ginecológico”. En concreto, la gama Chilly Gel Fresh proporciona una sensación de frescor y protección duraderas, para mantener limpia tu zona íntima sin agredirla y respetar el equilibrio natural fisiológico de las mucosas. Está enriquecido con mentol natural, que produce una eficaz acción refrescante y existe la versión en toallitas, ¡ideales para usar en cualquier momento y lugar!