El próximo 6 de mayo miles de aficionados viajarán a Sevilla para vivir desde el estadio de La Cartuja la final entre Real Madrid y Osasuna. Con una capacidad de 57.600 localidades disponibles, este año el reparto de entradas se ha realizado de la siguiente manera: 40% a gestionar por el Real Madrid, 40% por el Osasuna y el 20% restante serán gestionadas por la Federación. Esto complica mucho las posibilidades de asistir al estadio sin no eres un abonado 'rojillo' o madridista.
Este es el motivo por el que hace que los locales de ocio sean el escenario perfecto donde quedar con amigos y familiares para disfrutar de la final del torneo del KO. Y es aquí donde entra KOP Stadium, una startup española que ha creado un modelo de negocio que combina lo mejor del estadio y lo mejor de la oferta gastronómica de los bares y restaurantes.
Un microclima que emula la emoción de ir a un estadio
Por primera vez en la historia del deporte español, un grupo de emprendedores ha creado una experiencia lo más parecida posible a la de visualizar el partido desde el mismo estadio.
Por medio del diseño e instalación de gradas de hasta 26 asientos que se montan y desmontan en apenas 2 minutos, KOP Stadium permite a los aficionados, por tan solo 5 ? y en dos clics, reservar un asiento en una de sus gradas. Pueden hacerlo desde la app que han desarrollado, seleccionando el partido y el local al que quieren acudir de entre los más de 12 bares y restaurantes que tienen repartidos por Madrid, Sevilla y Valencia.
El CEO de KOP Stadium, Federico de Vicente, explica cómo surgió esta idea: "Disfrutar del fútbol en un local público es un hábito que se ha mantenido invariable durante más de un siglo. Por ello, nosotros hemos asumido el reto de lograr, sin cambiar un ápice de su esencia, transformar esta tradición a través del uso de la tecnología", y añade que "no sólo se trata de una alternativa mucho más asequible a la de ir al estadio, sino que también te permite disfrutar de un plus gastronómico en el que puedes elegir hasta una cena completa mientras se disputa el partido, algo que no puedes hacer desde el estadio."
Además de mejorar la experiencia de cliente para los aficionados, esta idea pretende dinamizar los ingresos del sector hostelero. Para José Luis Blázquez, dueño del mítico bar Los Torreznos, explica cómo "la grada KOP ha supuesto un indudable aumento en las reservas los días de partido, especialmente entre semana donde tenemos una menor afluencia. Además, como los partidos duran más de una hora y media, los consumidores siempre acaban pidiendo más de una consumición, e incluso se quedan a cenar tras el pitido final".
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