Los expertos de General Optica desaconsejan el uso de lentes de contacto en piscinas o en el mar, pero ofrecen algunas recomendaciones si una persona no puede prescindir de sus lentillas y se ve obligada a bañarse con ellas.
Estas son las razones por las que General Optica desaconseja su uso:
Riesgo de infección ocular
El agua puede contener bacterias y microorganismos, y con el baño existe el riesgo de que se queden adheridos a las lentes de contacto y posteriormente a los ojos, lo que podría desencadenar una infección ocular.
Irritación de ojos y molestias
El cloro y otros productos químicos que se utilizan para desinfectar el agua de las piscinas puede irritar los ojos, lo que podría ocasionar molestias o incluso dañar las lentillas.
Lentillas deformadas
Las lentillas tienden a absorber agua, por lo que pueden quedar dañadas, deformarse o incluso desprenderse, lo que afectaría a la calidad de la visión y podría provocar molestias.
Incomodidad
Al contacto con el agua las lentillas pueden quedar atrapadas debajo de los párpados, lo que resulta muy incómodo para el usuario y puede derivarse en la necesidad de extraerlas.
¿Por qué se deben evitar, siempre que se pueda, llevar lentillas en la piscina?
Existen ciertos riesgos de utilizar lentes de contacto a la hora de nadar, los expertos de General Optica nos muestran los principales:
- Infecciones oculares.
- Irritación y/o inflamación conjuntival.
- Picor o dolor de ojos.
- Ojos rojos o llorosos.
- Visión borrosa.
- Pérdida de visión por acanthamobea.
- Sensibilidad a la luz.
- Sensación de tener algo metido dentro del ojo.
- Sequedad ocular por el agua clorada o salada.
Cuando se experimenten alguno de estos síntomas, lo mejor es acudir al óptico de confianza para que haga una revisión y compruebe si existe infección ocular.
Consejos a la hora de nadar con lentillas
A pesar de que lo más aconsejable es no bañarse con las lentillas puestas, si no existe más remedio que hacerlo lo mejor es seguir los siguientes consejos:
1. Utilizar lentillas desechables
Es preferible meterse a la piscina con lentillas diarias que con mensuales, ya que las primeras están pensadas para ser desechadas tras un único uso, lo que resulta más cómodo y seguro porque no requieren de una limpieza y desinfección posterior como las lentillas mensuales
2. Ponerse gafas de natación
Las gafas de natación que aseguren el aislamiento pueden evitar que el agua entre en contacto con las lentillas.
3. Intensificar la higiene
Al salir de la piscina hay que lavarse las manos muy bien antes de manipular las lentillas y evitar así que entren en contacto con gérmenes.
4. Tener a mano lágrimas artificiales
Tener a mano lágrimas artificiales permite aplicarlas en la misma piscina, sin necesidad de esperar a llegar a casa. Esto hará que los ojos no se resientan más de la cuenta. Es especialmente importante cuando se tenga sensación de sequedad ocular.
5. Quitarse las lentillas cuanto antes
Tras el baño con lentes de contacto conviene quitarse las lentillas cuanto antes, para que los ojos respiren. No hay que dejarlas puestas más tiempo del necesario.
6. No frotarse los ojos en el agua
Si alguien está nadando o divirtiéndose en la piscina con las lentes de contacto puestas y nota que le pican o escuecen los ojos, no se los debería frotar. Lo mismo ocurre si cae por casualidad crema solar en el ojo. Es importante lavarse las manos antes para no infectar las lentillas con microorganismos.
Recomendaciones para llevar las lentillas mensuales a la piscina
Como se ha comentado anteriormente, los ópticos expertos de General Optica, no solo desaconsejan bañarse con las lentillas puestas, sino también su uso en general en la piscina, pero si somos usuarios de lentillas mensuales recomiendan estos sencillos pasos para disfrutar de las lentillas en verano:
- Guardar correctamente las lentillas con las manos limpias cuando la persona se vaya a bañar o a duchar.
- Antes de ponerse y quitarse las lentillas, lavarse las manos y secarlas con una toalla que no suelte pelusa.
- Desechar las lentes de contacto si se han mojado accidentalmente.
- Seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a su mantenimiento, con la pauta de uso y la rutina de cuidado que haya marcado nuestro óptico de confianza.
- Dejar las lentillas en la solución de mantenimiento durante la noche para que por la mañana estén limpias y desinfectadas. Por el contario, nunca se deben guardar en agua.
- Cambiar el estuche de las lentillas periódicamente por el riesgo de acumulación de bacterias.