La migraña es una enfermedad crónica y debilitante que va más allá del dolor de cabeza. La asociación con síntomas como náuseas, vómitos o intolerancia a la luz y al sonido, con una mayor frecuencia e intensidad de los episodios puede derivar en una elevada carga para los pacientes, que lo consideran una patología discapacitante1. A pesar de esto, la migraña en España continúa siendo una enfermedad infradiagnosticada e infratratada ya que solo el 37% de los pacientes que necesitan un tratamiento preventivo para un mejor abordaje de los episodios de migraña lo reciben.
Así lo evidencia el estudio OVERCOME (Spain), ‘Encuesta Observacional de la Epidemiología, tratamiento y cuidado de la migraña’ realizado por Lilly en una población en España de más de 95.000 personas entre octubre de 2020 y febrero de 2021, que muestra que solo algo más de la mitad de las 10.229 que cumplían criterios de migraña había recibido un diagnóstico adecuado de la enfermedad, y que ha sido publicado en 2023 en la revista Pain and Therapy1.
Estos resultados revelan que la importante carga de la migraña está directamente relacionada con la frecuencia de los episodios de cefalea al mes y que, aunque un subgrupo de 1.277 pacientes (el 12,5% de la población total encuestada) cumplía con criterios de elegibilidad para los tratamientos preventivos, solo el 37% de estos lo estaba tomando actualmente. Por tanto, la mayoría de los pacientes con migraña en España que reúnen las características para recibir tratamiento preventivo para controlar la frecuencia de las crisis y hacer que estas sean más leves no lo están recibiendo.
Se aprecia, a su vez, que la proporción de pacientes que actualmente toma fármacos preventivos es mayor en los subgrupos que experimentan cefalea con mayor frecuencia.
Causas del infradiagnóstico en España
Aunque el 66% de todas las consultas médicas en 2022 de los pacientes encuestados se debieron específicamente a migraña, más comúnmente por un médico de atención primera o farmacéutico, solo el 56% de pacientes cuenta con diagnóstico. Acorde con los datos del estudio OVERCOME (Spain) de Lilly, más de un 43% de los pacientes están aún sin diagnosticar a pesar de que sufren cefaleas de forma recurrente y presentan una sintomatología clara1. Una muestra de ello es la duración de las cefaleas reveladas por el estudio, cuyos datos indican que alrededor de un tercio de los pacientes pueden llegar a tener episodios de migraña de más de 8 horas. Después, un 29% refiere ataques de migraña de entre 2 y 3 horas y un 25% de entre 4 y 7 horas1.
Una de las posibles razones que contribuye a este infradiagnóstico, es que los pacientes tienen reticencia a buscar atención médica. En este sentido, la encuesta de población también destaca que aproximadamente el 30% de los encuestados habría dudado en buscar atención médica para la migraña al considerar que no era un dolor tan grave, que los medicamentes orales sin prescripción son suficientemente efectivos o por sentir que “mi cefalea no sería tomada en serio”1.
La discapacidad provocada por la migraña se relaciona con el número de episodios de cefalea
Tanto la frecuencia como la gravedad de las migrañas contribuyen a aumentar su carga y su carácter discapacitante, afectando a la calidad de vida de los pacientes. El estudio OVERCOME también analizó la percepción que tienen los afectados de esta realidad y concluyó que más de un 37% de los pacientes refieren una discapacidad de entre moderada y grave relacionada con el número e intensidad de los episodios de migraña. Todos ellos han sido evaluados en base a la escala de Evaluación de la Discapacidad de la Migraña (MIDAS) validada a nivel internacional.
Esta discapacidad puede derivar en pérdida de productividad laboral (en la forma absentismo y presentismo), que también aumentan en relación con el incremento de episodios de migraña al mes. Estos resultados van en línea con los datos europeos, reflejando las necesidades no cubiertas que presentan estos pacientes, que en España superan los más de 5 millones de personas2.
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