Rental Keeper, empresa inmobiliaria “Dedicados a ti”, estudió todas aquellas objeciones que le trasladaron las personas que no querían contratar a una agencia inmobiliaria y las transformó en oportunidad, y todas las ventajas las multiplicó por 10 para alcanzar la máxima satisfacción desde todas las partes del proceso.
Encontraron cinco principales críticas:
- Los comerciales hablan demasiado y, a veces, nos han engañado.
La figura del comercial desaparece y entra en juego el Personal Shopper inmobiliario, con una atención personalizada, escuchando al cliente y actuando según lo contratado con él. Además, una única persona, se ocupará de todo tu proceso y siempre bajo contrato. Sin prisas, con tiempo para pensar, preguntar y confiar.
- Las “comisiones” son muy elevadas.
Las comisiones dejan paso a los honorarios, y están acordes al trabajo realizado, siendo de un porcentaje mucho más bajo que el del resto de las empresas inmobiliarias.
- En cuanto cobran desaparecen.
Todo aquello que se necesite en todo el proceso inmobiliario debe estar a disposición de los clientes, desde que llaman por teléfono para pedir información hasta que se recogen las escrituras del Registro de la Propiedad, pasando por la mudanza, el asesoramiento legal, la reforma, el notario, el certificado energético… Durante todo el proceso el cliente está acompañado.
- Los trabajadores no son profesionales.
Las personas que trabajan en una empresa inmobiliaria deben estar tituladas, cada uno en su ámbito, y así es como lo llevamos a cabo desde la nuestra. Además, hay que contar con profesionales de diferentes gremios que también formen parte del proceso inmobiliario y que son muy necesarios
- Inflan los precios de los inmuebles.
Este es un error muy habitual que sirve para “fidelizar” a un cliente. Lo importante es valorar el inmueble antes de ponerlo en venta o en alquiler y saber de cuánto presupuesto se cuenta cuando se piensa en comprar, y siempre, pensando en los gastos que supone tanto la compra como la venta y/o alquiler de un inmueble.
Todas las casas tienen una historia que contar. Empatizar con los propietarios, con el cliente, ponerte “en sus zapatos”, es esencialmente fundamental para que la comunicación fluya en todos los sentidos y que ningún dato quede a la improvisación. Un proceso inmobiliario satisfactorio sin que te cueste un ojo de la cara, es posible, existe, y cada día se está demandando más, sobre todo si quieres algo diferente, personal, directo y exclusivo.
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