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La obra de Eduardo Úrculo, el eterno viajero del arte, llega al Espacio Cultural MIRA de Pozuelo de Alarcón

viernes 19 de abril de 2024, 13:43h
La obra de Eduardo Úrculo, el eterno viajero del arte, llega al Espacio Cultural MIRA de Pozuelo de Alarcón
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La alcaldesa de la ciudad, Paloma Tejero, inauguró anoche esta muestra que recoge más de 60 obras de este gran artista del siglo XX

Las obras expuestas pertenecen mayoritariamente a la colección privada de su único hijo, Yoann Úrculo, quien también estuvo presente en la inauguración

La regidora agradeció al hijo del artista la cesión de gran parte de sus obras para esta muestra y destacó de Úrculo que es “un artista total, polifacético, y siempre a la búsqueda de nuevas técnicas”

Pozuelo de Alarcón añade a su oferta cultural una nueva cita para los aficionados al mundo del arte que desde este jueves pueden disfrutar de una gran muestra de arte pop como es la de “Eduardo Úrculo. El enigma del viajero”. La alcaldesa, Paloma Tejero, junto a la concejal de Cultura, Macarena Lora, el hijo del artista, Yoann Úrculo, y la comisaria de la misma, Alicia Vallina, inauguró esta exposición que se podrá visitar hasta el próximo 30 de junio en el Espacio Cultural MIRA de la ciudad.

Durante su intervención, la alcaldesa, que agradeció al hijo del artista “su generosidad” por ceder gran parte de la obra de su padre para esta muestra, también tuvo palabras de reconocimiento para Úrculo, “un artista total, polifacético, siempre a la búsqueda de nuevas técnicas, que esta primavera tenemos el honor de custodiar en nuestro Espacio Cultural MIRA”. “

La alcaldesa ha señaló también que “Eduardo Úrculo desapareció demasiado pronto y por sorpresa en lo que algunos dicen era su mejor momento creativo. Pero mucho antes, el arte de Eduardo Úrculo ya había atravesado fronteras y asombrado al mundo”. “A partir de ahora, su legado estará afectivamente unido también a nuestro Pozuelo de Alarcón, donde los vecinos nos uniremos a disfrutar, con un artista de la talla de Eduardo Úrculo, el mejor de los viajes: el del arte y la imaginación”, remarcó Tejero.

“Eduardo Úrculo. El enigma del viajero”, supone una retrospectiva de la obra de quien fuera uno de los iconos del arte español del siglo pasado. La muestra recoge más de 60 obras del artista de origen vasco, pero asturiano de corazón, donde, a través de varias etapas, se muestra lo más significativo de la producción pictórica y escultórica del artista.

Desde las primeras obras cargadas de dramatismo, de fuerte pincelada empastada y tonalidades oscuras hasta la explosión del colorido y la inspiración del pop art para finalizar en sus famosas composiciones de viajeros acompañados de maletas, paraguas y sombreros. Una obra completa que convierte a Eduardo Úrculo en uno de los artistas más destacados del siglo XX.

La muestra se conforma mayoritariamente con obras procedentes de la colección privada de su único hijo Yoann Úrculo y se puede visitar del 18 de abril al 30 de junio, de miércoles a domingo, en horario de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. La entrada es libre.

Sobre el artista

Eduardo Úrculo (Santurce 1938 – Madrid 2003) pintor, grabador y escultor, es considerado uno de los máximos exponentes del arte pop, una de las etapas de su constante viaje por el arte. Un viaje desde su propia concepción del arte, y casi siempre, desde la perspectiva del observador que ve pasar ante sí objetos y personas, a los que dota de su protagonismo, desde el personal realismo de sus inicios, hasta el restallante colorido de su época más conocida.

Iniciado en los bodegones, paisajes y retratos, Úrculo vira hacia una tímida abstracción antes de sumergirse, a finales de los años 60, en su época más conocida, con sus temáticas persistentes. La figura femenina, en especial los glúteos, pasa a ser protagonista, desatando loas de personajes como Camilo José Cela y Francisco Umbral en una época quizá coronada por la escultura Culis monumentalibus, una pieza de 6 metros de altura instalada frente al teatro Campoamor, en Oviedo, y que toma su título precisamente de un artículo que el nobel dedicó a Úrculo.

También las vacas, con grandes ubres como símbolo de la fertilidad y la maternidad, poblaron los lienzos de Úrculo en la década de los 70, antes de entrar en su faceta de constante observador del viaje. El artista, en sus cuadros y esculturas, se autorretrata inmutable en numerosas piezas, de espaldas, con sombrero, con maletas, con gabardinas, con paraguas. Es el Úrculo viajador que ofrece al espectador su propia visión de lo que contempla.

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