La dieta de Taylor Swift

Con sus dos conciertos en España a la vuelta de la esquina, son muchos los que se preguntan cómo se prepara Taylor Swift para afrontar una gira mundial. Algunos medios de comunicación han publicado que, además del ejercicio, la cantante más influyente del momento sigue una dieta equilibrada en la que combina alimentos ‘clean’ bajo la filosofía de ‘nutrición consciente’ que va ligada a un enfoque holístico hacia el bienestar.

Desde Clínica Mira+Cueto señalan que “la medicina holística se enfoca en el bienestar de la persona en su totalidad, mejorando su salud emocional, mental, espiritual y física, y previniendo enfermedades a largo plazo, contrario a lo que sería la medicina tradicional que trata de curarlas. Todos los ámbitos de nuestra vida están interconectados, y el estado de uno afecta al otro. Por ejemplo, el estrés, que todos tenemos en nuestra vida diaria, afecta negativamente nuestra salud física. Cuando es crónico disminuye nuestra inmunidad (defensas bajas), aumenta el riesgo enfermedades cardiacas y de infecciones. Una buena salud mental, que podemos lograr a través de la meditación o prácticas como la atención plena, tai chi, yoga, etc., pueden ayudar a reducir el estrés y, también, la ansiedad, incluso logran mejorar nuestra concentración y memoria, lo que afectará positivamente a nuestra salud física”.

La nutrición holística de Taylor Swift

La alimentación de Taylor se enfoca en una alimentación consciente y en elegir alimentos que sean ricos en nutrientes y beneficiosos para el cuerpo. De hecho, según afirman desde Clínica Mira+Cueto, este tipo de dieta “va más allá de elegir alimentos saludables: es una práctica que se centra en cultivar la conexión de cuerpo, mente y los alimentos que ingerimos”.

“En la vida de cualquier artista y más de la magnitud de Taylor Swift, que implica tanto estrés, entrenamiento físico, viajes, agenda repleta de compromisos y rutinas, etc. es importante poder tener un lifestyle lo más saludable posible y toda la energía necesaria para poder llevar ese ritmo, y, efectivamente, todo empieza en la alimentación. Darnos esos momentos para prestar atención plena a lo que comemos, cómo lo comemos y cómo nos hace sentir es imprescindible”, añaden.

¿Sabías que la alimentación tiene una relación directa no sólo con nuestro bienestar físico, sino también con nuestra salud mental y emocional? “Los alimentos que ingerimos afectan directamente a nuestro cerebro y nuestra capacidad para pensar, concentrarnos y regular nuestras emociones. Al practicar la alimentación consciente nos podemos dar cuenta de cómo influyen los alimentos en nuestras emociones, reacciones y comportamientos, por lo que incluso nos ayuda a evitar la alimentación emocional, donde comemos como una forma de afrontar el estrés o nuestras emociones”, comenta el equipo médico de Clínica Mira+Cueto.

“En el aspecto físico, nos volvemos más conscientes de las señales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo, lo que nos permite evitar comer en exceso y regular porciones. Este tipo de alimentación también nos lleva a elegir alimentos nutritivos y equilibrados, en lugar de opciones rápidas y poco saludables, impactando directamente en nuestra salud física, manteniendo un peso saludable, previniendo enfermedades y mejorando nuestra energía y vitalidad”, añaden.

Si es cierto todo lo que se publica y es real que Taylor Swift sigue este tipo de alimentación, desde Clínica Mira+Cueto señalan que es lo más adecuado para su estilo de vida. “Es imprescindible que personas con esta carga de estrés estén asesorados por nutricionistas, médicos y entrenadores que personalicen sus protocolos de alimentación, ejercicio y salud de acuerdo a su fisonomía, necesidades y exigencias”.

La dieta Swift es una dieta antiinflamatoria

“Si analizamos en términos generales la dieta que comentan que hace Taylor Swift, es la dieta que idealmente deberíamos llevar todos (o al menos tendríamos que intentarlo), para tener una vida más saludable”, comenta el equipo médico de Clínica Mira+Cueto.

“El enfoque de su alimentación se puede decir que está basado en una dieta antiinflamatoria (a nivel celular), de la cual en los últimos años se ha hecho más consciencia y se han estudiado más sus beneficios, y es lo que idealmente deberíamos tratar de seguir todos, ya que evita mucho tipo de enfermedades, todas las que tengan una base inflamatoria”, añaden.

¿Qué incluye una dieta antiinflamatoria? Poca o nula ingesta de ultraprocesados y alimentos de alto índice glucémico: azúcar, harinas refinadas y vegetales almidonosos (pan blanco, bollería, pastas, los cereales del desayuno, las tortitas de arroz, galletas María, las patatas fritas, etc.), ya que además de tener grandes cantidades de azúcares y/o edulcorantes, tienen grasas vegetales de mala calidad, grasas trans, multitud de colorantes, conservantes y aditivos.

La dieta antiinflamatoria evita o recomienda reducir:

- Grasas saturadas y trans: margarina, productos fritos como papas tostadas y reposterías… que son las llamadas grasas “hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas”. Grasas saturadas (carne de res, carne de cerdo, piel de pavo y pollo, embutidos, leche entera y derivados (mantequilla, natilla, yogurt de leche entera, queso crema, quesos altos en grasas, crema dulce) y manteca. La carne: contiene una elevada proporción en ácido araquidónico que es un ácido graso precursor de sustancias que desencadenan reacciones inflamatorias. La carne de cerdo es una de las que más contenido tiene de este ácido.

- Aceites refinados: de soja, girasol o maíz, las margarinas y los ultraprocesados que los contienenSon ricos en ácidos grasos poliinsaturados, principalmente ácido linoleico, relacionados con la enfermedad cardiovascular. Además, su elevado contenido en ácidos grasos omega 6, desequilibra la ratio omega6-omega3, con efectos proinflamatorios.

- Embutidos y procesados cárnicos: salchichas, chorizos, bacon, fiambres, jamón de York… son muy pro-inflamatorios. Se entiende por procesado a todo aquello que han sido sometido a un proceso para alargar su conservación, como el ahumado, el curado, el salado o la adición de conservantes químicos.

- Gluten: proteína presente principalmente en el trigo (en un 80-90%), pero también en otros cereales como centeno (en un 50%) y cebada (en un 10%), contiene dos proteínas (gliadina y glutenina) que son de difícil digestión. Cuando son mal digeridas atraviesan la barrera protectora de nuestro intestino y activan al sistema inmune, provocando inflamación mediante una reacción de rechazo (intolerancia) o alergia (celiaquía). También se ha relacionado al gluten con la liberación de zonulina que es otra proteína pro-inflamatoria asociada a varias enfermedades inflamatorias.

- Bebidas alcohólicas: su consumo agrava la evolución de enfermedades con una base inflamatoria.

No olvidar que la dieta antiinflamatoria recomienda un bajo consumo de sal, ya que mejora la inflamación y la retención de líquidos.

La dieta antiinflamatoria además de ayudar a controlar la inflamación crónica o silenciosa que reside detrás de muchas de las enfermedades modernas, ayuda a aumentar las defensas del organismo, favorece la cicatrización y reparación de tejidos, disminuye la formación de radicales libres y evita el daño que estos le causan a las células del organismo, retardando también el proceso de envejecimiento prematuro (punto importante para personas que están de cara al público y que su físico es muy importante para el desarrollo de su profesión).

Es de vital importancia que tengamos no sólo una alimentación antiinflamatoria, sino un estilo de vida antiinflamatorio, donde aseguremos buena nutrición, ejercicio, exposición a luz solar, gestión emocional y de estrés y tratemos de disminuir en lo posible nuestra carga tóxica, que entraría en el estilo de vida holístico del cuál hablábamos.

El menú Swift, lo que más le gusta a comer Taylor

El equipo médico de Clínica Mira+Cueto analiza las comidas favoritas de la ganadora de 14 Premios Grammy.

Desayuno: crepes con jamón cocido, queso parmesano y un huevo a la plancha. Zumo de naranja y café con leche y vainilla (Vainilla Latte).

“El desayuno está equilibrado. Tiene su parte de proteína (jamón cocido, huevo). En la parte de cereales y carbohidratos entrarían los crepes, que pueden ser integrales, de avena o sin gluten. Su porción de fruta (jugo de naranja, aunque la fruta es mejor comerla sola, en zumos tiene más cantidad de azúcar). Café sin problema si es puntual, lo ideal es consumir cafeína de otras fuentes como tés, infusiones, y los lácteos idealmente escoger los de menor cantidad de lactosa (oveja o cabra). En el queso también lleva su porción de grasa”, analizan desde Clínica Mira+Cueto.

Almuerzo: Ensaladas, sándwiches o pasta integral. ¿Su plato favorito? Sándwich de pollo y de bebida limonada de lavanda.

“En el almuerzo tiene combinación de ensalada (verduras), sándwich (pan integral o sin gluten sería la parte de cereales), pollo (proteína), pasta integral (cereales, puede ser ésta o el pan del sándwich), limonada de lavanda (limón antioxidante, cítrico, y la lavanda es relajante y ayuda a dormir mejor (siempre y cuando no se excedan las cantidades recomendadas), y lo ideal que no utilice azúcar para endulzar o utilice un endulzante natural”, comentan.

Cena: Pescado asado al horno con mostaza y patatas hervidas

“Perfecta combinación de proteínas y carbohidratos. Sería ideal agregar algo de verdura o vegetales. La forma de preparación de alimentos también es importante para no perder sus nutrientes. Mejor a la plancha, al horno, a la parrilla y tratar de evitar fritos y rebozados”, recomienda el equipo médico de Clínica Mira+Cueto.

El fin de semana: Pizza sin gluten, perritos calientes y galletas de jengibre o calabaza que prepara ella misma. Para los días de bajón / depre, toma rollitos de canela (Cinnamon Rolls), ponche de huevo y helado…

“Si estos caprichos son puntuales, no pasa nada. Siempre y cuando limite cantidades y cuide los ingredientes. La pizza sin gluten es perfecta, perritos calientes si es pan idealmente sin gluten o de trigo sarraceno; galletas de jengibre ideales, más si las cocina al horno ella misma en casa y siempre y cuando no tengan mucho azúcar. Para los Cinnamon Rolls hay manera de utilizar harinas integrales, o de avena o coco o sin gluten, y sustituir el azúcar por otros endulzantes naturales (estevia natural, azúcar de coco) y utilizar canela de Ceilán son buena opción (tiene efecto antiinflamatorio)”, señalan las expertas.

Conclusiones de la dieta Swift

En general, todos podemos tener una alimentación saludable sin dejar de comer bien, que sea una comida deliciosa y que podamos también darnos algún que otro capricho, “todo está en la forma de preparar los alimentos, que los productos que utilicemos sean los más naturales (orgánicos-ecológicos-salvajes) posibles, sin gluten, los menos lácteos posibles, sustituir el azúcar blanco refinada, las formas de cocinar (al horno, a la plancha, a la parrilla, al vapor, etc.), el aceite que se utilice de preferencia de oliva extra virgen…”, recomienda el equipo médico de Clínica Mira+Cueto.

“Y no podemos olvidar dentro de la parte física, al ejercicio. Existen cuatro tipos principales de ejercicio físico, con diferentes objetivos. El ejercicio dinámico aeróbico, requiere gran cantidad de oxígeno, para la producción de energía por el uso repetido de masas musculares - objetivo mejorar la resistencia al esfuerzo y el funcionamiento del corazón y los pulmones; es la actividad física más beneficiosa para el sistema cardiovascular. El ejercicio físico de baja intensidad, cuyo objetivo consiste en incrementar la flexibilidad o mejorar la calidad y cantidad de masa muscular. Los ejercicios de relajación que nos equilibran integralmente con todos los ámbitos de nuestra vida y los ejercicios terapéuticos, destinados a restaurar la función normal de una parte del organismo que ha sido afectada por una enfermedad o lesión. Este rubro también tiene que ser asesorado por profesionales dependiendo de las necesidades de cada persona”, finalizan las expertas