De hecho, según datos que maneja www.amv.es, la empresa líder en la comercialización online de seguros de motos, uno de cada cuatro accidentes de tráfico está relacionado directamente con el sueño y la fatiga.
Está claro que conducir con somnolencia es muy peligroso, pero muchas veces los conductores no saben que la tienen hasta que ya es demasiado tarde, por ello, si notamos que aparece visión borrosa o doble, tenemos pesadez en los párpados, picor o cansancio en los ojos, damos bostezos frecuentes, cabeceos continuos, tenemos dificultad para concentrarnos o permanecer alerta o empezamos a adoptar una postura de conducción en la moto que no es la adecuada, es el momento de parar en un lugar seguro, estirar las piernas, refrescarnos y descansar un rato.
¿Qué efectos tiene la somnolencia sobre nuestra conducción en moto?
Muchos conductores no son conscientes de lo peligroso que puede llegar a ser conducir con sueño, por ello, los expertos de AMV nos muestran algunas de las alteraciones en la conducción más importantes producidas por la fatiga y la somnolencia:
- Nuestro tiempo de reacción incrementa. Si el vehículo que nos precede frena, el cansancio nos impedirá accionar los frenos a tiempo para evitar una colisión.
- Alteración de la vista y la percepción. La somnolencia produce visión borrosa y fatiga ocular, lo que dificulta enfocar los objetos, además de intensificar los efectos de los deslumbramientos. Además, nuestra percepción está alterada y no podemos identificar correctamente lo que sucede a nuestro alrededor como señales, luces, sonidos...
- Disminuye nuestra concentración. Especialmente cuando vamos por carretera, ya que conducir puede llegar a ser algo monótono, especialmente si no hay muchos vehículos.
- Nuestras decisiones son más lentas. Cuando estamos cansados nuestras decisiones son mucho menos ágiles y nuestros movimientos son bastante más lentos y menos precisos, ya que tardamos más tiempo en procesar la información que nos llega.
- Realizamos movimientos de forma automática. El cansancio puede hacer que bajemos la guardia y que nuestros movimientos sean más automatizados, con el consiguiente riesgo de sufrir un accidente.
- Tendencia a sufrir microsueños. Uno de los efectos más peligrosos de la somnolencia es que puede hacer que nos quedemos ligeramente dormidos durante unos segundos.
- Alteraciones en nuestro comportamiento. Por último, conducir en estado somnoliento puede convertirnos en conductores más nerviosos y agresivos, además de hacer que nos arriesguemos más.
¿Cómo prevenir la somnolencia cuando vayamos a conducir una moto?
Ya hemos visto lo peligroso que es conducir con sueño y cómo puede afectar a la hora de manejar una moto. Por ello, los expertos de
AMV nos dan una serie de consejos para evitar conducir cansados:
1. Dormir el tiempo necesario y sin distracciones
Hay que intentar dormir unas ocho horas y no fragmentar el sueño, no basta con que el sueño sea duradero. ¡También tiene que ser reparador! Desvelarse por ruidos, luces, o preocupaciones no nos permitirá descansar adecuadamente y esto es fundamental para prevenir la somnolencia. Además, es conveniente acostarnos y levantarnos todos los días a la misma hora. Esto nos ayudará a que nuestro cuerpo esté acostumbrado a descansar.
Es importante que cuando vayamos a la cama lo hagamos para dormir, y aunque leer un libro, ver la tele o escuchar la radio puede ayudar a que nos relajemos, no debemos realizar estas actividades en la cama. Tampoco es bueno mirar el móvil o una Tablet en la cama ya que la luz que emiten estos aparatos puede alterar nuestro reloj biológico y reducir la producción de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño.
2. Conducir mejor de día, evitando las horas más peligrosas y haciendo paradas
Si tenemos que realizar un viaje largo en moto es mejor hacerlo de día, y empezarlo después de haber descansado, ya que la somnolencia tarda más en aparecer. Es mejor evitar las horas más peligrosas y cuando más sueño podemos tener, como son entre las 3 y las 5 de la madrugada y las 2 y las 4 de la tarde. Además, es fundamental realizar paradas cada 200 kilómetros o cada dos horas y refrescarnos, especialmente la cara, tomar un refrigerio, por supuesto sin alcohol y estirar los músculos dando un pequeño paseo.
3. Antes de un viaje hay que evitar comer mucho y no beber alcohol la noche anterior
Beber alcohol la noche anterior a un viaje puede hacer que no durmamos bien y que a la mañana siguiente estemos más cansados, además de que la resaca duplica la dificultad para conducir debido a la somnolencia, posibles nauseas, dolor de cabeza o alteración de la percepción visual-espacial. Por otro lado, comer mucho puede dar lugar a digestiones pesadas, además de producir más sueño, es mejor tomar fruta y verdura, que además, nos ayudará a estar más hidratados durante el viaje. Por cierto durante el viaje deberemos aprovechar las paradas para beber agua suficiente ya que estar deshidratados produce fatiga muscular y somnolencia.
4. No realizar mucho deporte antes de conducir
Otro aspecto a tener en cuenta es el cansancio originado por alguna actividad deportiva. Si nos encontramos fatigados después de ir al gimnasio, es mejor descansar antes de conducir.
5. Viajar entretenido, pero sin distracciones
Si viajamos con un acompañante en moto, o con un grupo de motoristas, puede ser una buena idea mantener una conversación a través de los intercomunicadores homologados y de esta forma poder combatir la somnolencia. ¡Siempre que la charla sea corta y no suponga una distracción!