Si tienes la piel grasa o con tendencia a sufrir acné, te habrá pasado en más de una ocasión que un producto que supuestamente no te tendría que dar granitos sí lo ha hecho. ¿Cómo puede ser? Pues es muy sencillo, porque parece ser que estábamos equivocadas y resulta que todo lo que es comedogénico puede propiciar la aparición de granitos, pero lo que no, también. “Los ingredientes comedogénicos propician la aparición de imperfecciones, pero en determinadas situaciones, nuestra propia piel puede sufrir de granitos con otros componentes aparentemente inofensivos”, aclara Marta Agustí, directora dermocosmética de Boutijour. La clave está en cómo se producen unos granitos y otros, porque en el proceso de unas imperfecciones entran unos factores distintos a los de las otras.

¿Por qué me puede dar granos un producto no comedogénico?

Entendemos por comedogénico “aquel ingrediente que de por sí propicia o puede propiciar la producción de granos”, aclara Natalia Abellán, directora dermocosmética de Rosalique. De esto, se podría deducir que todos los ingredientes no comedogénicos no dan granitos, pero parece ser que todo depende de las circunstancias de tu piel. “Es importante usar cosméticos que respondan a las necesidades de nuestra piel y, cuando la alteramos aportándole aquello que le sobra o algo que la estresa en exceso, ésta puede brotar en forma de granitos”, aclara Sonia Ferreiro, que es cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

¿Qué satura y qué estresa a la piel?

Dentro de los ingredientes que podrían estresar a tu piel, están “los hidroxiácidos cuando se utilizan en exceso. Pueden incrementar la sensibilidad de pieles ya de por sí sensibles y con ello aumentar la rojez y dar lugar a acné o acné-rosácea. También, otros ingredientes, como el retinol o algunas arcillas, la vitamina C o la niacinamida pueden llegar a alterar en pieles alérgicas a ellos o intolerantes por uno u otro motivo”, plantea Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.

Sobre qué puede saturar a la piel, “la grasa es lo fundamental. Hay muchos cosméticos que tienen en su fórmula ciertos porcentajes de ingredientes de base oleosa que, si bien pueden ser no comedogénicos, el exceso de grasa, por si solo, puede influir en la presencia de acné”, aclara la cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, Raquel González. “Si una piel grasa utiliza cosméticos ricos en nutrientes como la manteca de karité, por citar alguno, puede que la acumulación excesiva de lípidos en la piel dé lugar a una congestión en los poros y esto, a su vez, a brotes de granitos y otros procesos inflamatorios”, añade.

Granitos por purga… ¿qué?

Hay otra circunstancia en la que pueden aparecer granitos, más allá de las mencionadas anteriormente, y es cuando la piel purga sus impurezas. “La purga de la piel es común cuando empezamos a utilizar cosméticos que promueven la regeneración cutánea. En ese proceso regenerador, una de sus acciones es la de expulsar las impurezas y, al hacerlo, a veces se producen granitos que pasan rápidamente. No es acné como tal y es un indicativo de que el cosmético está funcionando”, defiende Mireia Fernández, directora dermocosmética de Omorovicza. ¿Y cuáles son esos ingredientes que pueden provocar una purga de impurezas? “El retinol es el más destacado, pero también nos puede ocurrir con determinados hidroxiácidos y, a veces, incluso con productos ricos en péptidos y vitamina C”, concluye.

¿Cómo evitar los granitos?

Pues, obviamente, lo primero de todo es evitar ingredientes comedogénicos, entre los que podemos encontrar “el aceite de coco, el aceite de germen de trigo, la manteca de cacao o el aceite de maíz, entre otros mucho”, aclara Natalia Abellán, directora dermocosmética de Rosalique.

Si incluimos en nuestra rutina cosmética activos potentes, “es importante introducir poco a poco ingredientes como el retinol, el ácido glicólico o el ácido salicílico, para evitar que irriten la piel y le provoquen un estrés que induzca a brotes de granitos o de hipersensibilidad”, propone la directora dermocosmética de Omorovicza, Mireia Fernández.

Por último, si tu problema es la piel grasa, opta siempre por texturas ligeras. “El mercado está repleto de fórmulas oil-free, que serán las mejores para las pieles que ya tienen nutrición de manera natural”, sostiene Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga de Byoode. “Texturas ricas en humectantes como el ácido hialurónico vendrán muy bien, mientras que deberán evitar ingredientes como las mantecas o los aceites”, concluye Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone.

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