Síndromes del atracón y del comedor nocturno, trastornos por rumiación y evitación, fatorexia, pica, ortorexia... Hace tiempo que los trastornos de la conducta alimentaria van mucho más allá de la anorexia y la bulimia. Son el espectro diagnóstico que más se ha incrementado (y diversificado) desde la pandemia y se cuentan entre las enfermedades mentales más letales, sólo por detrás de las muertes por adicción a opioides. Según la ANAD (asociación nacional de anorexia nerviosa y trastornos asociados): causan unas 10.200 muertes anuales,1 cada 52 minutos.
Aunque es imposible medir su verdadero alcance, se calcula que los TCAs ya afectan a unos 70 MILLONES DE PERSONAS, lo que equivale a MÁS DEL 9% DE LA POBLACIÓN MUNDIAL (casi el doble del 5% de 2020). 9 de cada 10 afectadas son mujeres, de todas las clases sociales, niveles académicos y edades porque, aunque la mayor tasa de incidencia sigue encontrándose en preadolescencia y adolescencia (entre los 12 y los 18 años), cada vez se registran casos en edades más tempranas (desde los 6 años) y más tardías, (en la veintena, la treintena e incluso pasados los 50)
La DRA.REMEDIOS GUTIERREZ (Psiquiatra, Endocrino/Internista y Psicoanalista) y ENRIQUE BAJO (Trabajador Social y Psicoanalista), ambos miembros de CEAP (Centro de Estudios y Aplicación del Psicoanálisis) han elaborado una COMPLETA GUÍA DIVULGATIVA, respondiendo a quién es quién, factores de riego en su desarrollo, señales o indicadores para detectarlas y vías de tratamiento.
Factores de riesgo ¿Qué detona los TCAs?
Hay numerosas tipologías de TCAs, explica Enrique Bajo, pero las bases de todos ellos son similares: los estudios coinciden en que las causas de su desarrollo son multifactoriales, confluyendo elementos individuales, familiares y sociales:
Entre los FACTORES INDIVIDUALES, la Dra. Gutiérrez señala: <>.
Con respecto a los factores relacionados con el AMBIENTE FAMILIAR, explica Bajo que <>.
<>. Las Psicoanalistas también señalan como “el sistema de tallas no juega a favor: al no estar unificadas ofrece un patrón heterogéneo: hay un informe interesante al respecto titulado precisamente ‘No encontrar tu talla promueve la anorexia’: en el se recoge como un 44% de la población se habría puesto a dieta al ver que no les valía la talla que ellos creían que era la suya. También cabe señalar que siguen proliferando sin control las webs, canales de youtube y perfiles en redes pro- Ana y pro-Mía (que son los acrónimos de Anorexia y Bulimia)>>
www.centroceap.com
TCAs: quién es quién, síntomas y vías de tratamiento
Entre los TCAs cuya incidencia más se ha incrementado desde la pandemia se cuentan, además de la anorexia y la bulimia, el síndrome del atracón, el la fatorexia, el trastorno por rumiación y el de evitación, la ortorexia... <<Todos, indica Bajo, tienen en común un factor de dismorfia corporal (no verse como uno es, sino distorsionado) y rasgos comunes con las adicciones (se acaba ‘enganchado’ al propio trastorno, a sus límites y ‘reglas’, que se sienten como forma de ‘ordenar’ la propia vida, más allá del objetivo que en principio se perseguía: siempre se quiere más porque el trastorno, que se inicia como herramienta para alcanzar un fin, acaba siendo un fin en si mismo>>.
SÍNDROMES DEL ATRACÓN Y DEL COMEDOR NOCTURNO
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Entre sus señales de alarma: aumento de peso importante por atracones reiterados que implican consumo muy elevado de alimentos ‘consuelo’, normalmente hipercalóricos (galletas, chocolate...), en un intervalo corto de tiempo y acompañado por sensación de pérdida de control y sentimiento de culpa tras la ingesta. A diferencia de la bulimia, en el síndrome del atracón no no hay conductas compensatorias o de purga.
En su tratamiento, además de psicoterapia, recomendada en todos los TCAs, a nivel psiquiátrico los fármacos empleados para TDA y TDAH han demostrado funcionar en ciertos casos de trastorno por atracón>>.
BULIMIA
<<Afecta, según los psicoanalistas, hasta al 3% de las mujeres y a más del 1% de los hombres a lo largo de su vida. Implica episodios repetidos de gran ingesta (atracones) seguidos de purgas para eliminar el ‘exceso’ de calorías ingeridas. La tasa de suicidios entre personas con bulimia es del 3,9%”. Son indicadores del trastorno: la Ingesta descontrolada de grandes cantidades de comida en poco tiempo seguidas de conductas compensatorias post- atracones (vómitos, diuréticos, laxantes, restricción alimentaria y/o exceso de ejercicio) y el miedo a ganar de peso, a pesar de encontrarse en normopeso.
Entre sus vías de tratamiento, es esencial la psicoterapia (individual y/o grupal) y también pueden requerirse ciertos fármacos del grupo de los antidepresivos, para aliviar la sintomatología, indicados como complementos a la psicoterapia para la reducción de los atracones y las purgas compulsivas>>.
ANOREXIA NERVIOSA
<<Es, explica la Dra. Gutiérrez, el TCA más conocido y estudiado y también el más peligroso. Su prevalencia es del 4% a lo largo de la vida de las mujeres y del 0,3% en el caso de los hombres. Con un 20% de índice de fallecimiento, se caracteriza por una drástica restricción de la ingesta alimentaria, provocando una pérdida de peso sustancial. Entre sus señales: “adelgazamiento extremo, distorsión de la imagen con negación del evidente infrapeso, miedo irracional muy intenso ante la posibilidad de aumentar de talla, pérdida de la menstruación en el caso de las mujeres (al perder la grasa visceral que protege a los órganos y es necesaria para su correcto funcionamiento, los ovarios se ven comprometidos) y comportamientos compensatorios persistentes ante la mínima ingesta (más ejercicio o más privación de alimento).
La psicoterapia es esencial para abordar este trastorno, combinada, en ciertos casos, con antidepresivos y otros psicofármacos. En casos graves de riesgo para la vida, es clave la hospitalización en unidades especializadas>>.
FATOREXIA
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Puede resultar tan letal como la anorexia, por los graves problemas de salud asociados a la obesidad, como el desarrollo de diabetes tipo II, hipertesión y enfermedades cardiovasculares severas. Su tratamiento pasa por psicoterapia y acompañamiento nutricional para lograr una bajada de peso saludable, posibilitando disminuir los riesgos asociados con la obesidad>>
ORTOREXIA
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A nivel tratamiento, según las expertas, a los ortoréxicos les cuesta mucho reconocer su problemática: creen estar haciendo lo correcto y suelen, incluso, difundir su modelo de alimentación llegando a adoptar modos ‘mesiánicos’, dando ‘lecciones’ a quienes les rodean y a través de sus redes sociales. Consideran que su fórmula es la idónea y tienden a menospreciar a quienes no la siguen>>.
TRASTORNO POR PURGA Y VIGOREXIA
<<Afecta, según las expertas, a entre el 1 y el 5% de la población y se caracteriza por una compulsión a comportamientos purgativos como en la bulimia, (vómitos, laxanteo hacer excesivo ejercicio) sin que haya un atracón previo que ‘compensar’.
Dentro de esta tipología podrían encuadrarse subtipos como la Vigorexia o dismorfia muscular: aunque en este caso no se usa el deporte exactamente como purga en sí, sino para ganar músculo, está integrado en los TCAs pues suele incluir conductas alimentarias restrictivas y perjudiciales para la salud, como la eliminación completa de las grasas o el sobre-consumo de proteínas.
Su tratamiento, como en todos los TCAs requiere psicoterapia que, como en el caso, de la ortorexia, las personas vigoréxicas suelen eludir por considerar que el exceso de ejercicio es una forma de vida saludable>>.
SÍNDROME DE RUMIACIÓN
<>. Entre sus señales: escupir o regurgitar la comida de forma reiterada sin que ello se deba a una condición médica preexistente, como un problema gastrointestinal. También hay pérdida de peso y, en muchos casos, desnutrición.
En su tratamiento es esencial la terapia del comportamiento, y medicamentos para aliviar los potenciales daños fisiológicos.
TRASTORNO DE EVITACIÓN/ RESTRICCIÓN DE LA INGETSA
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Puede causar problemas nutricionales severos y riesgo de muerte. Es habitual que conduzca a la pérdida de peso y quienes lo padecen muestran un desinterés general por comer, rechazo intenso a ciertos sabores, texturas, colores u olores.
La terapia cognitivo-conductual es una de sus mejores vías de tratamiento, pues ayuda identificar conductas destructivas y modificarlas>>.
PICA
La pica es uno de los tipos de trastornos de la conducta alimentaria menos conocidos por la población general, pero que, según estudios clínicos, cada vez afecta a más personas. Se caracteriza por ingerir sustancias que no son alimentos ni aportan nutrientes, como tierra, tiza, pelo, pintura o cal y hacerlo con regularidad.
Tiene mayor incidencia entre personas no neurotípicas: trastornos del espectro autista, síndrome de Down... Y su tratamiento más eficaz suelen ser las terapias de modificación conductual.