A medida que se acerca el verano, muchas personas buscan formas efectivas y seguras de mejorar su silueta, especialmente cuando se trata de eliminar esos cúmulos de grasa localizada que resisten incluso a la dieta y el ejercicio. Para abordar esta preocupación tan común, la criolipólisis se ha consolidado como una de las técnicas más eficaces, especialmente en esta época del año. La esteticista y fundadora de los Centros de Estética Marquessa, Eva Collar, explica en qué consiste esta técnica no invasiva y por qué es la aliada ideal para quienes quieren redefinir su cuerpo antes de los meses de calor.
Criolipólisis: temperaturas bajo cero para atacar a la grasa más rebelde
Tal y como explica Collar, “la criolipólisis consiste en un procedimiento no invasivo que reduce la grasa localizada a través de la aplicación de frío controlado. A través de ella, y debido a que son muy sensibles, las células grasas se cristalizan, lo que se conoce también como proceso de apoptosis. A partir de ello, la grasa se va eliminando naturalmente de forma gradual a través del sistema linfático”.
A ello la fundadora de Marquessa añade que “es el perfecto acompañante para potenciar los resultados de la buena alimentación y el ejercicio justo antes de verano. No todas las zonas del cuerpo son iguales, y en algunas de ellas puede ser más difícil eliminar la grasa pese a haber mantenido hábitos saludables el resto del año. Para ello esta técnica reductora sobresale de otras porque puede aplicarse tanto en zonas pequeñas como los brazos o el doble mentón, así como en zonas más grandes con un patrón de grasa más difuso como el abdomen o los muslos”.
Otra de las razones por las que es perfecta justo en el final de la primavera y el inicio del verano es que no requiere de ningún tipo de reposo, de esta forma no frena los planes y compromisos típicos de esta época. “Además, los efectos se aprecian rápidamente, en la mayoría de los casos, entre 1 a 3 sesiones por área tratada son suficientes para obtener resultados visibles. Asimismo, no provoca un efecto rebote, siendo así sus efectos duraderos, siempre y cuando se mantenga un estilo de vida saludable con dieta equilibrada, ejercicio regular, una adecuada hidratación y el cuidado de la piel, evitando la exposición directa al sol y masajeando la zona tratada para mejorar su apariencia y así optimizando el resultado”, agrega la esteticista.
Desmintiendo mitos: la criolipólisis no duele
No obstante, el hecho que utilice el frío para reducir la grasa puede generar dudas sobre si es doloroso, ante ello Eva afirma que “aunque alcanza una temperatura de hasta -10ºC, en ningún momento compromete la integridad de los tejidos superficiales. En nuestro caso, esto se debe a que a las membranas que utilizamos se les agrega un gel con principios crioprotectores y calmantes que garantiza la acción exclusiva sobre el tejido graso de aquellas zonas específicas que queremos tratar, sin dañar otras capas más superficiales de la piel, sintiendo solo una sensación de enfriamiento los 5 primeros minutos.”
Por otro lado, la esteticista remarca la importancia del diagnóstico, “esto es fundamental para conseguir los mejores resultados. Cada persona requerirá de una aparatología e intensidad diferente”.