El evento corrió a cargo de Esperanza Morón, cronista oficial de la Villa, contó con la colaboración de la Asociación “Mujeres para la Igualdad de Pozuelo” y su presidenta, Fernanda Romano y la concejal de Presidencia y Mujer, Yolanda Estrada.
Sin duda, “los datos históricos otorgan un papel relevante a la mujeres pozueleras porque eran el motor de la economía del municipio, gracias a sus labores como curtidoras o lavanderas, entre otras profesiones. Un hecho realmente importante para nuestra sociedad”, afirmó la concejal, Yolanda Estrada. Quién además, se comprometió a grabar la historia de la mujer en el municipio a través de la colaboración municipal para levantar una estatua homenaje a las lavanderas de Pozuelo.
Mujeres en la alta sociedad, viudas o solidarias
A través de distintas etapas históricas, la mujer pozuelera ejerció distintos papeles de responsabilidad, ya sea dentro de la alta sociedad como de la sociedad más trabajadora. “Podemos encontrar nombres de ricas propietarias del siglo XV como Aldonza Núñez casada con Diego Romero, escribano del Rey o Catalina de Humara, que en 1632 también era una de las mujeres más ricas”, afirma Morón.
La peste de 1599 que asoló a toda Castilla y que en Pozuelo afectó de forma virulenta, provocó la pérdida de muchos maridos, con la consecuente viudedad y responsabilidad en las mujeres y madres de Pozuelo, como Catalina Bravo o Juana de Hunosa.
Existieron numerosos casos de mujeres caritativas como Mariana de Garnica, mujer de D.Gabriel de Ocaña y Alarcón, que al morir dejó escrito en su testamento que una parte de su fortuna fuera distribuida entre los pobres de Pozuelo.
Mujeres trabajadoras y remuneradas
La cronista de la Villa dedicó un espacio destacado de la Conferencia al papel de la mujer pozuelera dentro del ámbito laboral. “Puesto que, ésta desempeñó distintas actividades laborales como la de campesina, sobre la mitad del siglo XX, hasta llegar a la actualidad que desempeñan profesiones de
alta cualificación como abogadas, médicos, concejalas o catedráticas, entre muchas otras”, afirma Norón.
Pero sin duda, la actividad que mejor define el trabajo de las mujeres del municipio es la de lavanderas. “Esta fue la actividad remunerada que desempeñaron algunas mujeres de Pozuelo, desde el último tercio del siglo XIX, hasta el inicio de la Guerra Civil de 1936. Supuso para ellas el primer trabajo que no era controlado por los hombres. Ellas estipulaban las condiciones y el importe de su actividad laboral”. Recordemos que el trabajo de lavandera implicaba la actividad de “trasladarse en carros, durante la mañana de los domingos, para recoger la ropa de la burguesía madrileña. Posteriormente, que se lavaba en el lavadero público y se devolvía, generalmente, los miércoles”.
La concejal, Yolanda Estrada recordó el motivo por el cual se Cerro el lavadero de la poza, “al hallarse sin vida a una mujer”, y se comprometió ante Morón a colaborar en la estatua homenaje a las lavanderas en la Poza.
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