Algunas personas no necesitan estímulo previo para aumentar sus deseos sexuales, están siempre receptivas. Mientras que otras necesitan un poco más de juego antes de meterse en el mood. Cuando estas dinámicas se dan en una relación, las diferentes perspectivas de pasión pueden generar confusión o incluso frustración.
Existen diferentes factores que pueden encender o apagar el motor del deseo en una relación. Una de las más comunes es el estrés. Cuando las tensiones aumentan, el deseo sexual puede disminuir. Además, ciertos medicamentos, condiciones médicas y aspectos de nuestro estilo de vida, como desequilibrios hormonales, enfermedades crónicas o incluso el abuso de sustancias, pueden influir en nuestros deseos. A nivel emocional y psicológico, experiencias traumáticas pasadas, conflictos no resueltos y problemas de salud mental también pueden afectar nuestra respuesta sexual.
Cuenta tus preocupaciones
Pero ojo, que no todo se trata de química y biología. La discrepancia de deseos en las relaciones puede ser el resultado de una mala comunicación. Afortunadamente, esto es algo en lo que puedes trabajar con tu pareja. Lo más importante es ser abiertos y sinceros el uno con el otro expresando las preocupaciones existentes y siendo honestos con el problema. Aunque puede resultar incómodo, abordar el tema es esencial para encontrar una solución.
Ten en cuenta que hablar de preferencias sexuales no debe hacerse en caliente o justo después de tener sexo. Esto puede hacer que tu pareja sienta que no ha dado lo suficiente, desanimarla y ponerla a la defensiva. Un momento perfecto para expresar estos deseos es fuera del dormitorio, durante momentos íntimos no sexuales: viendo una película, durante una cena o durante un paseo por el barrio.
Momento para ti mismo: priorízate y explora tus deseos
Ahora bien, hablemos de ti, para ti. El cuidado personal es una de las cosas más importantes que podemos hacer por nosotros mismos. Es fundamental para desestresarnos y llevar una vida sana y feliz. Dedícate de vez en cuando un tiempo a ti mismo para relajarte, recargar pilas y centrarte en tus necesidades. Puedes regalarte una copa de buen vino y un buen libro, practicar yoga, darte un masaje que tu piel se estremezca o pasear por la naturaleza.
Ahora, no olvidemos el autoplacer, un ingrediente indispensable en tu lista de cuidados personales. Como se suele decir: en caso de duda, mastúrbate. Tómate tu tiempo para descubrir qué te excita y con qué disfrutas sexualmente. Experimenta con cosas nuevas, como juguetes para adultos o posiciones que nunca imaginaste. Mantén la mente abierta, porque aquí no hay límites. Y para llevar esa exploración al siguiente nivel, conoce a tu nuevo aliado: LELO DOT™, un vibrador de uso externo que, aunque está creado para la zona del clítoris, permite estimular otros puntos erógenos dada su precisión. Concéntrate en cualquier punto de placer superficial que se te ocurra, como el cuello, los pezones y el clítoris, y disfruta del viaje.
En conclusión, las discrepancias de deseo pueden ser una fuente de frustración y confusión en una relación, pero no te preocupes, porque son un problema común que puede abordarse mediante una comunicación abierta y honesta. Comparte tus pensamientos con tu pareja y, juntos, encontrar una solución para seguir divirtiéndoos, ya sea en el dormitorio o en cualquier otro lugar donde os llame el deseo. Por ejemplo, el masajeador corporal Smart Wand™ 2, es el aliado perfecto para llevar las experiencias íntimas a un nivel más allá de lo convencional explorando tu cuerpo o el de tu pareja poniendo a prueba tus conocimientos sobre las zonas erógenas más excitantes de la parte del cuerpo que prefieras, incluyendo el clítoris. Puedes hacer lo que quieras, desde embarcarte en un viaje sensual a explorar el masaje de cuerpo entero más lujoso.
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