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SOS Dientes Sensibles: cómo disfrutar de helados y bebidas frías sin dolor

miércoles 06 de agosto de 2025, 10:30h
SOS Dientes Sensibles: cómo disfrutar de helados y bebidas frías sin dolor
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Para millones de personas, este gesto se convierte en un calvario: un latigazo de dolor agudo y punzante que arruina el momento. Es la temida sensibilidad dental, una de las consultas más frecuentes en las clínicas dentales durante la época estival.

Llega el verano y, con él, el placer de un helado cremoso o una bebida helada para combatir el calor. Sin embargo, para millones de personas, este simple gesto se convierte en un calvario: un latigazo de dolor agudo y punzante que arruina el momento. Es la temida sensibilidad dental, una de las consultas más frecuentes en las clínicas dentales durante la época estival.

La buena noticia es que no es algo con lo que haya que resignarse a vivir. Entender por qué ocurre es el primer paso para ponerle una solución definitiva y volver a disfrutar del verano sin miedo.

¿Por qué mis dientes se vuelven sensibles? La raíz del problema

La sensibilidad dental o "hipersensibilidad dentinaria" aparece cuando la dentina, la capa interna y porosa del diente que rodea el nervio, queda expuesta. Esta dentina contiene miles de túbulos microscópicos que conectan el exterior con las terminaciones nerviosas del diente. Cuando los estímulos fríos, calientes, dulces o ácidos entran en contacto con ella, viajan directamente al nervio, provocando esa sensación de dolor tan característica.

"Muchos pacientes creen que es normal o que se debe solo a un producto, pero la sensibilidad es un síntoma de alerta. Nos está indicando que la barrera protectora del diente se ha debilitado", explica la Dra. Ciudad, odontóloga de Face Clinic. Las causas principales de esta exposición son:

  • Desgaste del esmalte: El esmalte es la capa más dura del cuerpo, pero no es invencible. El consumo habitual de bebidas ácidas (refrescos, zumos), un cepillado demasiado agresivo o el bruxismo (apretar o rechinar los dientes) pueden erosionarlo, dejando la dentina al descubierto.
  • Recesión de las encías: Cuando las encías se retraen, ya sea por una enfermedad periodontal (gingivitis o periodontitis) o por una técnica de cepillado incorrecta, exponen la raíz del diente. La raíz no tiene esmalte protector, por lo que es extremadamente sensible.
  • Otras causas: Fisuras en los dientes, caries incipientes o el desgaste provocado por empastes antiguos también pueden ser el origen del problema.

Soluciones profesionales: Más allá de la pasta dental

Aunque las pastas dentales desensibilizantes pueden ofrecer un alivio temporal, la solución a largo plazo requiere un diagnóstico profesional para tratar la causa de raíz.

"Lo primero es identificar el origen. No es lo mismo tratar una sensibilidad por desgaste que una por recesión gingival. La personalización del tratamiento es la clave del éxito", subraya la Dra. Ciudad. En la consulta odontológica, las soluciones más eficaces incluyen:

  1. Agentes selladores y barnices de flúor: Para casos de desgaste del esmalte, se aplican productos específicos que sellan los túbulos de la dentina, creando una barrera protectora contra los estímulos externos. Es un procedimiento rápido, indoloro y muy efectivo. Precio: desde 100 euros
  2. Tratamientos para la periodoncia: Si la causa es la recesión de las encías, el tratamiento se centrará en la salud gingival. Desde limpiezas profesionales para eliminar el sarro que provoca la retracción, hasta microinjertos de encía en los casos más severos para cubrir la raíz expuesta. Precio: depende del tratamiento
  3. Obturaciones o adhesivos dentales: Cuando la sensibilidad proviene de una pequeña fisura o del cuello del diente, se pueden realizar reconstrucciones estéticas con composite para sellar y proteger la zona. Precio: desde 75 euros
  4. Férula de descarga: Si el diagnóstico apunta al bruxismo como causa del desgaste, una férula personalizada para usar por la noche es fundamental para frenar el daño y proteger los dientes. Precio: desde 400 euros

El paso clave: una revisión a tiempo

Ignorar la sensibilidad dental puede derivar en problemas mayores, como el avance de la enfermedad periodontal o un mayor daño en la estructura del diente. Un diagnóstico profesional no solo elimina el dolor, sino que previene complicaciones futuras.

Este verano, el único escalofrío debería ser por el placer de un helado, no por el dolor. Consultar a un especialista para entender el origen de la sensibilidad y conocer las soluciones odontológicas disponibles es el primer paso para disfrutar de la temporada con una sonrisa sana y sin molestias.

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