La primera sorpresa se la llevó el comisario de policía encargado de sellar las actas de constitución de la peña recreativa que ahora celebra su 40 aniversario en la Dirección General de Seguridad. Extrañado por el nombre de la agrupación preguntó a sus fundadores y ellos le explicaron que una mingada era una palabra empleada en los países de América del Sur para describir una reunión de amigos. Aclarada la cuestión legalizaron la peña.
En los años 70 pasaban cosas parecidas a las descritas en la serie Cuéntame de TVE. Salvados los obstáculos iniciales, en esos años y hasta bien entrados los ochenta Los Mingas vivieron su época dorada contemplando cada septiembre como la plaza de toros, que ni era redonda ni prefabricada, se montaba después de la Procesión en la actual plaza de la Coronación. En el coso de tablones desiguales además de inolvidables encierros y corridas de toros se celebraba el baile con música en directo desde la barbacana y los bajos estaban salpicados de puestos de comida y bebida. Aquellos sí que eran chiringuitos. A su lado, junto al muro de la calle Demetrio de la Guerra, se instalaba alguna que otra atracción y pequeños puestos de pipas y almendras garrapiñadas. Pero el paso del tiempo y la arquitectura moderna transformaron aquel entrañable recinto ferial.
Cartas, palos de golf y muchos huevos
Los Mingas tiene en la actualidad una veintena de socios. Aunque alguno lleva en la peña desde su creación la mayoría se ha ido incorporando en las dos últimas décadas. Juntos alquilan a La Inseparable un espacio en su sede de la calle Norte para reunirse en las Fiestas Patronales y comentar las faenas de toreros y novilleros. Los toros han sido siempre su pasión y su "si te ha pillao la vaca..." se ha convertido con el paso del tiempo en un clásico para quienes lo escuchaban en directo año tras año.
En esta edición de las Fiestas Patronales, marcada por la crisis económica, se han reducido los festejos taurinos y las corridas se han convertido en novilladas. Pero Los Mingas han echado mano de la imaginación y han aderezado la programación con originales iniciativas como el Concurso de Tortillas. Los organizadores calculan que podrían inscribirse alrededor de 60 participantes incluidos bares y restaurantes y como el certamen incluye degustación del pincho tipical spanish se podrían repartir entre los vecinos alrededor de 400 raciones.
La propuesta gastronómica se une a los campeonatos de Mini Mus y Golf con trofeos para quienes dominen las señas y cocido para los poseedores de la mejor tarjeta.