¿Cuáles son los beneficios de usar el correo masivo?
En un mundo cada vez más digitalizado en el que Internet es la principal vía de comunicación, el email se consolida como una fuerte arma para la conexión entre la empresa y el cliente. El correo masivo sirve para promocionar y vender, pero sobre todo se trata de una herramienta de comunicación, para recordar a nuestros clientes que estamos aquí y que no se olviden de nosotros.
Sin embargo, la gente ya está harta de la publicidad y el bombardeo constante de información; en ocasiones no les interesa lo que se les ofrece y en muchas otras la saturación les hace desconectar e incluso cabrearse con la empresa. ¿Cómo acceder a un cliente sin agobiarlo? Hay varias vías, por ejemplo permitiéndoles la opción de suscripción de manera voluntaria y sin trampas, ofreciéndoles un contenido de calidad o facilitándoles la baja de manera rápida. El email en este caso se conformaría como un canal de atención al cliente en el que ganamos visibilidad y potenciamos la imagen de marca manteniendo y ganando usuarios.
¿Qué herramienta elijo?
Si te preguntas como hacer envío de correos masivos, aunque actualmente hay otras alternativas en el mercado, la plataforma Mailrelay se ha consolidado como la mejor opción para ello. Entre las numerosas ventajas dentro de su opción de cuenta gratuita se encuentran la posibilidad de mandar 75000 correos mensuales, el soporte por chat y teléfono gratuito para una comunicación rápida o la ausencia de publicidad a la hora de utilizar cualquiera de sus herramientas y funciones disponibles, entre otras.
Márcate una estrategia clara
Los objetivos principales son fidelizar a los clientes, captar a los más indecisos, generar una imagen de marca, aumentar la visibilidad de la empresa y retener a los consumidores. Pero no podemos olvidar que los compradores no son máquinas, por lo que la principal estrategia a seguir sería generar en el cliente la sensación de que estamos colaborando con ellos, que somos la solución a su problema.
La forma fácil de realizar esta tarea sería definir los pasos que deben seguir para conseguirlo, pero esto generaría una sensación de rechazo y sería contraproducente. Si por el contrario demostramos que nuestro único objetivo es ayudar y nos ofrecemos como una utilidad extra, estaremos más cerca de ese receptor.
Cuida la imagen que quieres que dé tu empresa
Una vez tenemos clara nuestra forma de dirigirnos al cliente es importante dedicarnos a la imagen que ofrecemos, cuya clave está en la sencillez. Lo ideal es que creemos un diseño de newsletter en el que destaquemos el logo, una imagen destacada que desarrolle en cierta manera la oferta y una call to action (llamada a la acción), para orientar al usuario hacia el cierre de una nueva venta. Todo esto seguido del texto legal y un enlace a través del cual el cliente se pueda dar de baja fácilmente.
Realiza configuraciones previas
Antes de empezar a mandar los mails, tenemos que configurar de manera adecuada nuestro SPF, lo que evitará falsificaciones de servidores, y personalizar un dominio para los envíos. Estas acciones pueden evitarnos inconvenientes posteriores.
¿Qué hacer ante posibles problemas?
Cuando remitimos los emails podemos encontrarnos con diversos problemas. Por ejemplo, debemos tener cuidado con los filtros anti-SPAM, para que no nos dejen en la carpeta de “correo basura” o empezar con envíos pequeños para continuar aumentando con el tiempo, de manera gradual, la cantidad que vas mandando. La plataforma Mailrelay tiene un servicio de soporte al que se puede acceder en cualquier momento para resolver dudas o contratiempos que se le puedan ir presentando.
Lo cierto es que tenemos en nuestra mano la capacidad de evitar problemas si conseguimos anticiparnos al obstáculo, generando una buena lista de contactos para que no nos afecte en el proceso de entrega o un buen contenido para los emails, entre otros.
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