Tras confirmarse la noticia de que no habrá competición hasta, al menos, el Gran Premio de los Países Bajos, Sainz afronta este parón con resignación y desde la responsabilidad, tras haber regresado de Australia hace unos pocos días. Su hambre de podio tendrá que esperar un mínimo de dos meses, a la espera de que se confirme la solución en la que en estos momentos trabajan los máximos responsables de Liberty.
El que iba a ser el Mundial de Fórmula 1 más largo de la historia, con 21 carreras, ve como su calendario se reducirá en un mínimo de cuatro paradas, Australia, Baréin, Vietnam y China, y siguen siendo duda Países Bajos, España y Mónaco. Sainz, al igual que el resto de pilotos, ha respondido con responsabilidad y confía en que la organización ajustará el calendario para que los aficionados puedan disfrutar con un campeonato que prometía emoción y la máxima rivalidad entre escuderías.
Esta pausa obliga a prorrogar la incertidumbre sobre el rendimiento de los McLaren este año y del desempeño del español a los mandos de su coche. Tras una primera temporada con McLaren en la que Sainz finalizó en sexta posición en la clasificación de pilotos, demostrando así su madurez a los mandos de un monoplaza competitivo, sigue habiendo dudas sobre si las mejoras introducidas acercarán su rendimiento a los de Mercedes, Red Bull y Ferrari, y eso sin incluir en la ecuación la progresión demostrada por Racing Point.
Fuente: EspTotal F1
Sainz concede crédito a las simulaciones de carrera, cuando todos cargan 110 kg de combustible, y no ve motivos para dudar que los tres grandes seguirán ahí. Su proyecto para esta temporada es seguir creciendo como piloto y como hombre fuerte del equipo y volver a repetir la experiencia que supuso subirse al podio por primera vez en su carrera como piloto de F1 y espera poder convertir su presencia en el cajón en algo normal, aunque prefiere ser prudente.
“La ambición no debe inducirte a cometer errores”, dice el proverbio. A sus 25 años, no tiene prisa y prefiere moderar su hambre de títulos. Ahora que ya sabe lo que es subirse al cajón de la Fórmula 1, es el momento de centrarse y buscar trabajar en la constancia que ya demostró en 2019. Sainz no lanza las campanas al vuelo y entiende que la F1 es un deporte en el que no son frecuentes los saltos exponenciales en los resultados; hay que ser realistas: las cuotas por el triunfo final de Sainz (501.0) son idénticas a las de que la Real Sociedad gane la liga, pero eso no debería importar al piloto en lo que se plantea como un año de crecimiento y transición hacia futuros proyectos más ambiciosos. Dicho esto, su hambre queda patente cuando declara que esperará “a la primera victoria y al primer mundial” para hacer caso a las voces que lo sitúan como uno de los mejores pilotos de la competición.
Con los datos disponibles, McLaren está en unos registros muy cercanos a los de Racing Point y Renault, pero siempre existe la duda de que en las simulaciones de carrera los equipos se guarden 2 o 3 décimas por vuelta. La cuestión ahora es cuánto puede reducir los 1,8 segundos que le separaban de Mercedes en la temporada pasada. La evolución de su monoplaza da lugar a la esperanza, pero el objetivo de obtener un primer puesto sigue considerándose como una meta a medio plazo. Lo que está claro es que existen indicios que apuntan a que la escudería puede recortar la distancia que la separa de los grandes equipos que pueden permitirse invertir 200 millones en desarrollo.