El confinamiento ha puesto patas arriba a muchas familias. Además de modificar horarios, rutinas, etc, convivir con la pareja 24 horas, incluso tener que teletrabajar compartiendo el mismo espacio en algunas ocasiones ha sido más complicado de lo esperado. Laura Palomares, directora de Avance Psicólogos da las claves para llevar lo mejor posible esta situación y arreglar las cosas.
“Esta situación ha expuesto a muchas parejas a pasar de una convivencia casi superficial, de unas horas al día, a una convivencia continuada y diaria. Esto ha dado lugar a que los problemas que estaban ocultos hayan saltado”, incide Palomares. De este modo, profundiza, “las carencias en la comunicación, en la gestión de emociones, en la negociación y resolución de problemas, en la repartición de espacios comunes e íntimos y la lucha de poder como base de diálogo han sido las causas más comunes con las que nos hemos encontrado”.
En este sentido, asegura que el duelo es una fase especialmente dura en la vida de una persona, y actualmente quizá sea más difícil porque todos afrontamos un “duelo social” por decirlo de algún modo, o de modo de vida, ya que son muchas las cosas que en nuestros hábitos de vida y de relación han cambiado y eso supone un proceso de duelo y de adaptación, profundiza la experta. Así, describe que durante el duelo pasamos por un proceso con varias fases, que van desde la incredulidad a la ira o enfado, pasando por la tristeza hasta aceptación y recuperación de nuestro equilibrio y bienestar. La pérdida de una pareja conlleva además muchos cambios y la persona tiene que adaptarse a ellos, con el esfuerzo emocional que esto supone: Cambio de residencia, de relaciones sociales, de hábitos y rutinas, y si se tienen hijos, cambios en la convivencia y tiempo con ellos. Por todo esto el miedo a la incertidumbre está muy presente.
Así, desde Avance Psicólogos aseguran que es importante tener presentes las siguientes recomendaciones:
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Equilibra momentos de soledad con actividad social: en la medida de lo posible, es bueno tener momentos de ocio y planes con amigos, familia, etc., y encontrar un equilibrio con momentos de intimidad para permitirse la tristeza y poder digerir la pérdida.
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No busques información sobre tu expareja para bajar la ansiedad: cuesta mucho soltar el vínculo con la pareja, y una manera muy común de querer bajar la ansiedad que nos provoca es buscar al otro en redes sociales, comprobar su perfil en este tipo de aplicaciones, etc., con tal de saber de él o ella; esto no hace sino aumentarnos la ansiedad y generarnos sentimientos de dependencia.
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Retoma los hábitos y actividades que te gustaban y que durante la relación de pareja dejaste de lado. Esto generará una nueva rutina satisfactoria para ti, te ayudará a ensanchar círculos y abrir tus relaciones sociales y mejorará tu autoestima.
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Aprende a gestionar la incertidumbre: muchos de tus pensamientos van a partir del miedo a los cambios y a cómo va a ser el futuro a partir de ahora. Piensa que, si bien no podemos saberlo con seguridad, estás tratando de actuar y cuidarte en el momento presente de la mejor manera que puedes.
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Expresa tus emociones de forma equilibrada: habla con tus personas de confianza de tus sentimientos, pero no lo hagas de forma obsesiva. Aprende a desahogarte y cambiar de tema en el momento justo, preocupándote por sus asuntos y mostrando interés por otros temas. Te ayudará a avanzar y sentirte mejor contigo.
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Aprovecha para ser constructivo: no dudes en reflexionar en cual ha podido ser tu parte de responsabilidad en la ruptura, de manera que te sirva como aprendizaje para futuras relaciones, pero no caigas en ver la ruptura como un fracaso, nunca lo es. Cada experiencia de pareja que vivimos nos aporta cosas importantes y nos enseña sobre nosotros mismos.
Para gestionar este problema una buena alternativa es la terapia online, un método seguro para recuperar el bienestar. Por otro lado, para establecer una buena comunicación y convivencia en la pareja desde Avance Psicólogos recomiendan: Expresión de las emociones: asertividad; No olvidar tus espacios e inquietudes; Reconocer y agradecer; Empatizar; Cuidar el lenguaje corporal y Espacio individual / espacio compartido.
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