Miras el asiento que te ha sido asignado para el próximo vuelo o tren con 3 horas de duración. Ya en tu lugar, tu jefe se sienta al lado, os ha tocado compartir lo que será un largo trayecto. Una vez en viaje, el incómodo silencio que intentas evitar hace su celestial aparición. Pero, ¿y si pudieras transformar un viaje incomodo en una oportunidad? Ya no suena algo tan dispar cuando dispones de las herramientas para hacerlo.
Cada vez más, existe cierta reticencia a los silencios incómodos entre los compañeros, y más aún cuando se trata de conversaciones con nuestros superiores. Tal afirmación queda demostrada con un estudio realizado por la Universidad de Groningen, en los Países Bajos. Los expertos observaron que cuando un silencio en una conversación se extiende a cuatro segundos, la gente comienza a sentirse incómoda, entrando así al famoso fenómeno del silencio incómodo, tan aborrecido y amado a partes iguales entre la población.
Y es que este hecho no es casualidad, ya que la sociedad en la que vivimos nos ha generado rechazo al silencio, olvidando que no es más que otra forma de comunicarnos de forma no verbal entre las personas. El problema viene cuando compartimos espacios con nuestro jefe y la conversación debe fluir para evitar cualquier incomodidad entre los implicados. Sin embargo, “un silencio con nuestro jefe no tiene por qué convertirse en un momento incómodo, es más, debemos ser capaces de aprovecharlo y sacarle partido sin temor a equivocarnos. Eso sí, siempre con las herramientas correctas que nos garanticen el éxito de la conversación”, explica Giovanni Bernardi, jefe de ventas de BizAway, scaleup de viajes corporativo.
Consciente de la delicadeza del silencio incómodo entre empleado y superior, Bernardi nos acerca los 4 tips clave, que debemos anotar para que nos sea posible anticiparnos a cualquier silencio o situación incómoda derivada del intercambio de palabras:
- Elige las palabras adecuadas: cuando los nervios se apoderan de uno mismo, uno de los síntomas más famosos es hablar sin medir las palabras. Por ello, es de especial importancia seleccionar el vocabulario idóneo para la persona a la cual nos dirijamos, en este caso nuestro jefe. De este modo, evitaremos utilizar ciertas expresiones que puedan derivar en malinterpretaciones. No es necesario prepararse con antelación el encuentro, ya que no podemos dominar el tiempo a nuestro gusto, sin embargo si podemos pensar en aquellas expresiones que mejor debemos evitar.
- Cuidado con la comunicación no verbal: todo gesto comunica. Esta afirmación debemos grabarla en nuestras mentes cuando hablemos con nuestro superior. Cuando estamos en silencio, nuestros gestos cobran especial importancia, y es cuando más atención captan. Por ello, debemos mantener una compostura que no desprenda nerviosismo, como lo hacen los brazos cruzados o bien apartarse el cabello constantemente, y por el contrario mostrarnos dispuestos a entablar cualquier tema. Para hacerlo podemos ladear la cabeza al escuchar e incluso asentir cuando el tema sea de nuestro interés, todo ello para apoyar la conversación.
- Experto por un día: otra de las técnicas más utilizadas cuando no se dispone de ningún tema y el silencio ya se esté alargando, es convertirse en un experto sobre algún tópico en el que se encuentren los implicados. A esta habilidad se la llama convertirse en “crítico gastronómico”, y hace referencia a conversar alrededor del plato que se está comiendo o bien el transporte con el que se viaja, para así intentar ofrecer un nuevo tema de conversación común. Con esta técnica, la persona puede ser experta sobre cualquier factor que lo rodee, ya sea objetos, culturas e incluso sobre la compañía con la que se viaja.
- Opina. Siempre sin miedo: una conversación debe alejarse del monólogo constante de uno de los implicados a la vez de evitar pregunta tras pregunta, ya que es precisamente el escenario perfecto para un silencio que ponga fin a la charla. Por el contrario, y para que la conversación resulte excitante e interesante, debes exponer tu punto de vista sin temor a equivocarte y así invitar al otro a posicionarse sobre el tema, invitándolo a debatir, en el caso que no coincidáis, o bien ahondar sobre temas comunes aportando la experiencia personal.
Y es que el silencio, es un fenómeno que es usado de forma estratégica por grandes empresarios actuales como son Tim Cook, CEO de Apple o Jeff Bezos, fundador de Amazon, quienes aplican la ‘regla del silencio’ en sus negocios. Dicha técnica, desarrollada por Justin Bario autor de Inteligencia Emocional, se basa en hacer una pausa antes de dar respuesta a una pregunta desafiante, lo que sin dudas, ejemplifica a la perfección como el silencio puede ser nuestro gran aliado cuando nos enfrentamos a un largo viaje con nuestro jefe. Es más, con los tips perfectos, el silencio puede convertirse en un espacio-tiempo para aprovechar y fortalecer la relación con el que es nuestro superior en el día a día.