Desde la consejería de Administración Local y Digitalización, Carlos Izquierdo entiende que las cifras que se manejan a nivel nacional son más que suficientes para proponer una respuesta de este tipo en la Comunidad de Madrid. Mientras que en 2019 se registraron unos cuarenta mil ciberataques, a día de hoy los números casi se han triplicado (diez mil de ellos se produjeron en el mes de mayo). A partir de ahí, la Agencia estará destinada fundamentalmente a ejercer su trabajo en aquellos entornos que no disponen de los estándares mínimos de ciberseguridad, como pueden ser las administraciones municipales en las que la población sea inferior a los veinte mil habitantes. De este modo, la labor de protección online beneficiaría al tejido empresarial y al conjunto de ciudadanos dentro del ámbito autonómico, ampliando así la tarea del Estado.
En cuanto a los entes de la Comunidad de Madrid que sí tienen la suficiencia tecnológica en materia de ciberseguridad, la Agencia se encargará de proveerles de las diferentes estrategias informáticas que ayuden a reforzar la estructura y los recursos empleados contra los hackers, siempre en beneficio de toda la región. Bajo esta línea, cabe destacar que el trabajo realizado irá en consonancia con el papel que desempeña actualmente el Centro Criptológico Nacional, por lo que se espera que las sinergias sean frecuentes con este organismo.
La partida presupuestaria anual que daría forma a esta iniciativa podrá rondar el millón y medio de euros, en la que se contempla además la intención de construir una plantilla de trabajadores especialmente cualificados. Entre los puestos que se crearían destacan roles como el de consejero delegado, subdirectores, asesores informáticos, ingenieros de software y administrativos.
La Agencia de Ciberseguridad de la Comunidad de Madrid traerá consigo múltiples ventajas que recaerán directamente sobre la ciudadanía. De entrada, permitirá que los usuarios de los servicios telemáticos de las distintas administraciones estén protegidos en todo momento frente a la piratería informática, creando con ello además un ambiente de seguridad que ayudará a generar confianza y, en consecuencia, a promover la participación en escenarios de carácter digital.
El atractivo más importante aquí es sin duda la protección de datos personales. La Agencia contará con los sistemas más avanzados que existen para ello, puesto que se tratará de implementar la combinación de softwares que en la actualidad incorporan los espacios online más especializados en la encriptación de contenido sensible. Las entidades bancarias o las plataformas de juegos de azar, tanto en su versión web como a través de sus propias aplicaciones, constituyen las grandes referencias del ámbito de la ciberseguridad. Sin ir más lejos, ejemplos como el de los neobancos o como el de cualquier casino movil España llevan años consolidando el uso de herramientas tecnológicas como el protocolo SSL (Secure Sockets Layer), el sistema KYC (Know your customer) o la doble autenticación. La industria del juego pone especial énfasis en estas cuestiones, sobre todo en evitar que datos como un número de cuenta o una contraseña queden expuestos ante terceras personas. El propósito no es otro que el de proporcionar al jugador sesiones online de ruleta, póker o máquinas tragamonedas lo más seguras posible, cifrando pues toda la información que viaja desde la web hasta el servidor. A partir de estas coordenadas, la Agencia estará lista para generar respuestas y soluciones ante ciberataques de toda índole.
Ahora llega el turno de trasladar el proyecto de Ley a la Asamblea de Madrid para que se proceda a vehicular su curso legislativo. El documento recoge toda la información correspondiente a la Agencia de Ciberseguridad: finalidad, forma jurídica, ámbito de actuación, funciones, organigramas, detalles financieros, etcétera. La apuesta autonómica por la transformación digital gana de esta forma un motivo más para ajustarse a las exigencias de los nuevos tiempos, máxime en un espacio como el que forman las entidades públicas de Madrid, que siempre corren el riesgo de sufrir ataques serios en la red.
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