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¿Cómo hacer una compra saludable? Cinco claves para mejorar nuestra salud en el súper

viernes 08 de julio de 2022, 14:29h
¿Cómo hacer una compra saludable? Cinco claves para mejorar nuestra salud en el súper
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Leyre López Iranzu, nutricionista de Clínica FEMM, señala las claves para realizar una compra consciente y mejorar la alimentación en el hogar.

Las frutas y verduras congeladas son una buena opción si no se dispone de tiempo para cocinar, siempre que no se encuentren dentro de platos precocinados

Para tener una vida saludable y una mejor nutrición, uno de los aspectos más importantes que deben abordarse es la cesta de la compra: saber qué productos y alimentos elegir, cómo cocinarlos, cómo combinarlos…

Leyre López Iranzu, nutricionista de Clínica FEMM, afirma que “la forma en la que elegimos qué comer y cuál será nuestro menú semanal determina en gran medida nuestros hábitos de alimentación”.

Para que sea más fácil llenar el carro con alimentos saludables, la nutricionista proporciona las cinco claves:

  1. Establecer un menú semanal. El primer paso para mejorar la alimentación es crear un menú en el que se establezcan con antelación las comidas y cenas. “Esta planificación ofrece muchos beneficios, pues ayuda a que los platos sean más equilibrados y sanos. Además, nos permite ahorrar tiempo al pensarlos antes” asegura López Iranzu.

  2. Escribir la lista de la compra antes de ir al supermercado. Es decir, saber cuáles son los alimentos con los que elaborar ese menú antes de ir a comprar. Este paso no solo evita la adquisición de productos innecesarios, también previene de un gasto excesivo, pues nos evita la compra impulsiva.
    López Iranzu explica que “esta lista debe incluir, sobre todo, frutas y verduras. También se deben incorporar fuentes de proteína de origen animal como huevos, carne de buena calidad y pescado. En el caso de una dieta vegana, las semillas de chía, las judías y las espinacas constituyen buenos añadidos”.

  3. Caminar por los pasillos del supermercado de manera consciente. Una vez en el establecimiento, es importante saber que la forma en la que se colocan los productos afecta significativamente a nuestra forma de comprar. Los productos poco saludables, como los refrescos, se encuentran en la cabecera de los pasillos, mientras los alimentos más beneficiosos para la salud se ubican generalmente al final. Los ultraprocesados suelen acompañarse de grandes carteles publicitarios y packaging colorido, para llamar la atención del cliente.
    “La decisión más acertada es empezar a hacer la compra por los pasillos donde están las frutas y verduras frescas, los alimentos ricos en proteínas y otros productos perecederos, para escoger de manera correcta qué productos se comprarán” asegura la nutricionista.

  4. Leer las etiquetas de forma correcta. Para elegir los mejores alimentos en el supermercado es mejor no guiarse por mensajes como “light”, “saludable” o “bajo en sal” porque, en muchas ocasiones, son engañosos.
    La tabla nutricional, que indica variantes como las calorías, las proteínas y las grasas, proporciona información sobre el tipo de nutrientes que encontraremos en el producto, pero no es el dato más importante para mejorar los hábitos alimenticios. “Debemos observar la calidad de los alimentos, para ser conscientes de lo que estamos introduciendo en nuestra nutrición” asegura López Iranzu. “Los ingredientes que más se encuentran en estos productos aparecen al principio de la lista. Si estos son azúcares, aceites refinados o harinas procesadas, es mejor evitarlos en nuestro día a día, porque no son de calidad” afirma.
    La declaración de propiedades saludables también es una buena pista para saber los datos nutricionales más importantes, pero debemos mirar el resto de ingredientes del producto para confirmar que sean de calidad.

  5. Comprar alimentos frescos y de temporada. La siguiente pauta es la incorporación de productos frescos en la lista de la compra. “La mejor opción es que sean piezas de temporada para poder aprovechar al máximo tanto su sabor como sus nutrientes, así como su precio” explica López Iranzu.

En verano, algunas frutas de temporada son la sandía, el melón, la ciruela, el albaricoque, el plátano, el tomate, la nectarina o la pera. En el caso de las verduras, brócoli, espárragos, espinacas calabacines, acelgas, berenjenas, judías, lechugas, pepinos, pimiento, remolacha o zanahorias son algunas de las muchas opciones que se pueden incorporar a una alimentación saludable.

También se puede optar por escoger frutas y verduras congeladas, que constituyen una buena opción si no se dispone de tiempo para cocinar, siempre y cuando no se encuentren dentro de platos precocinados.

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