La edad cronológica y la edad biológica no son lo mismo, la primera se refiere al tiempo transcurrido desde que hemos nacido y la segunda está relacionada con la salud del organismo y las células. A pesar de que la edad biológica aumenta con el paso de los años, esta no va siempre ligada a la edad cronológica y es que, varía mucho de unas personas a otras, de sus hábitos y estilo de vida y, también, depende en gran mayoría de los periodos de estrés que se viven a lo largo de la vida.
¿Por qué puede aumentar el estrés nuestra edad biológica?
La experta Gema Cabañero, directora de I+D+I de la firma nutricosmética 180 The Concept comenta que "el estrés continuado hace que los niveles de cortisol permanezcan elevados. Entre otras funciones, el cortisol se encarga de inhibir el sistema inmunológico para reservar energías y provoca también un aumento de la histamina. Por ello, algunas de las consecuencias del estrés son obesidad, pérdida de cabello, acné, inflamación cutánea, arrugas, sequedad, piel apagada, disminución del colágeno y flacidez".
En relación con la última consecuencia, explica: "el bienestar emocional va de la mano del físico, por lo que, si este se derrumba, lo más probable es que nuestro cuerpo empiece a mostrarlo, pero ya no solo a nivel estético, también a través de la respuesta del organismo. Unos niveles elevados y sostenidos de cortisol hacen que se produzca un cansancio crónico e importantes desajustes en la calidad del sueño, todo ello afecta de manera directa a la edad biológica".
¿Cómo diagnosticarlo?
Se puede saber nuestro grado de envejecimiento y cómo el estrés afecta a nuestra edad biológica a través de un diagnóstico exhaustivo. La experta en antiaging Silvia Giralt, del Centro de estética y medicina estética Silvia Giralt, explica que "este y otros muchos datos relativos a cómo el estrés afecta al envejecimiento lo podemos extraer a través de un estudio de la córnea". Parece ciencia ficción, pero la topografía corneal que se realiza durante el diagnóstico integrativo de Silvia Giralt realiza gráficos cromáticos de la córnea a partir de 20.000 puntos logrando medir el nivel, distribución y degradación del colágeno. "Podemos determinar sus proporciones y su estado en el resto del organismo, los niveles de glicación y el porcentaje de daño que presenta", confirma Silvia.
Esto se completa con u Scanner Morfo-Facial Computerizado (SMFC), que captura un retrato fotográfico de las distintas capas y elementos estructurales de la piel del rostro. Aportando datos sobre los niveles de oxidación y glicación, así como los desequilibrios neuroendocrinos que afectan al envejecimiento, la calidad y apariencia de juventud. "Se trata de una imagen global que permite hacer frente a las alteraciones, que aún no se han manifestado a nivel físico, pero sí en el organismo. Gracias a esta tecnología podemos evaluar con máxima precisión los niveles de oxidación, glicación e inflamación celular, lo que permite que midamos si la edad biológica se ha visto alterada últimamente y qué factores han intervenido en ello, como la falta del sueño, la alimentación o la actividad física", explica Silvia Giralt.
Frenar el estrés desde el interior
"Cómo afecta el estrés a la edad biológica dependerá mucho de como el individuo se enfrente a estas situaciones de nerviosismo. Para que los efectos del estrés se reviertan en el organismo, lo mejor será aportar al cuerpo productos e ingredientes que favorezcan un estado de tranquilidad y bienestar emocional", anuncia Cabañero, de 180 the concept.
La firma de nutricosmética avanzada 180 The Concept propone su Plan Tranquilidad para lograr hacer frente al estrés y los estados anímicos bajos. Los principales beneficios de este trío de fórmulas, que solo se vende en Centros de Estética Certificados tras diagnóstico, son propiciar la sensación de bienestar, fomentar la vitalidad, ofrecer un sueño reparador y aliviar los síntomas de los ciclos y fluctuaciones hormonales de las mujeres. Además de todo ello, su fórmula basada en una selección de principios activos (compuesto por las fórmulas e3, h1 y h7) actúa como tranquilizante natural lo que nos ayuda a controlar el equilibrio energético y reducir los niveles de estrés, lo que estabiliza el organismo y propicia una sensación de bienestar.