El desconocido síndrome del emperador: ¿Como evitar que eso perjudique el desarrollo de sus hijos?

El síndrome del emperador es un término utilizado para describir un comportamiento cada vez más común entre niños y adolescentes, caracterizado por el maltrato emocional y físico dirigido a los padres o figuras de autoridad, haciendo eso sin la menor conciencia de los límites y consecuencias de sus actos. Esta condición revela una inversión de roles, en la que los niños asumen una posición de poder y control sobre los adultos, convirtiéndose en un verdadero “emperador” dentro de su hogar.

Según el estudio “Padres e hijos en la España Actual”, la alimentación, los buenos modales, los estudios y la realización de las tareas domésticas son las cuatro grandes cuestiones en torno a las que giran la mayor parte de las discusiones familiares. Estas áreas son puntos habituales de conflicto entre padres e hijos, donde deben establecerse claramente los límites y las responsabilidades.

“Es fundamental que los padres permitan que sus hijos vean cuáles son las consecuencias naturales de sus decisiones y actos, ya que solo así aprenderán a actuar con responsabilidad. Sin embargo, es importante entender que los límites no se deben confundir con la autoridad o el miedo. El diálogo, el afecto y la empatía deben estar presentes en todo el proceso educativo” explica Juliana Frigerio, directora académica de WorldEd School, red educativa americana con sesgo internacional.

Un niño que se acostumbra a ejercer un control absoluto sobre los demás sin ser debidamente consciente de las consecuencias puede tener dificultades para establecer relaciones sanas y afrontar retos futuros. El informe anual del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) apunta que por lo menos uno de cada siete niños y adolescentes entre 10 y 19 años en todo el mundo tiene un problema de salud mental. Problemas como la ansiedad, la depresión, los trastornos alimentarios y de conducta son cada vez más frecuentes entre los jóvenes, siendo que programas de promoción de la salud mental y de concienciación sobre la importancia de la atención psicológica desde la infancia es clave para afrontar este reto mundial.

Frigerio destaca, además, que es muy importante que los niños puedan tomar sus propias decisiones desde las más sencillas hasta las más complejas, siempre dentro de unos límites adecuados a su edad y desarrollo. De esta manera, pueden aprender a afrontar la autonomía, la responsabilidad y las consecuencias de sus elecciones.